CUENTOS DE "OTRE". La Belleza y el Amor.
Un día llegó a una gran ciudad una niña hermosa, rubia y joven, pues apenas contaba con dieciséis abriles, llevando en su semblante retratadas la alegría y la satisfacción; vestía un traje escarlata como el que las labradoras usan.
¿Quién era aquella niña hermosa? ¿Cómo se llamaba? ¿De dónde venía? Esto es lo que yo no puedo deciros, porque a mí tampoco me lo dijeron, así que mi ignorancia se une en medida a la de todos vosotros.
Cuando esa niña, que no era otra que la Belleza, llegó a la ciudad, se ´quedó asombrada, como muchos de nosotros, los que somos de pueblo, cuando llegamos a Madrid o a Barcelona por vez primera. Se asombró al ver aquella multitud de grandes edificios y el inmenso gentío que por las calles discurría en un ir y venir sin pausa alguna, y, confusa y atontada, se preguntaba: " ¿Cómo me las arreglaré yo para encontrar, entre tantas casas, las que tengo que visitar? No había terminado de hacerse esta pregunta cuando, no muy lejos de élla, divisó a un joven cubierto de oro y pedrerías...
Un día llegó a una gran ciudad una niña hermosa, rubia y joven, pues apenas contaba con dieciséis abriles, llevando en su semblante retratadas la alegría y la satisfacción; vestía un traje escarlata como el que las labradoras usan.
¿Quién era aquella niña hermosa? ¿Cómo se llamaba? ¿De dónde venía? Esto es lo que yo no puedo deciros, porque a mí tampoco me lo dijeron, así que mi ignorancia se une en medida a la de todos vosotros.
Cuando esa niña, que no era otra que la Belleza, llegó a la ciudad, se ´quedó asombrada, como muchos de nosotros, los que somos de pueblo, cuando llegamos a Madrid o a Barcelona por vez primera. Se asombró al ver aquella multitud de grandes edificios y el inmenso gentío que por las calles discurría en un ir y venir sin pausa alguna, y, confusa y atontada, se preguntaba: " ¿Cómo me las arreglaré yo para encontrar, entre tantas casas, las que tengo que visitar? No había terminado de hacerse esta pregunta cuando, no muy lejos de élla, divisó a un joven cubierto de oro y pedrerías...