Lidia me lo envió, y... ¡acabo de ver cómo están las cosas! ¿Será verdad?
"LO QUE VAIS A LEER AQUÍ SI ES UN REPORTAJE PERIODÍSTICO HUMANO: Impresionante y triste lo de IKEA y estupendo el artículo de Angeles Caso. Parece de chiste pero es un drama.
Perritos a 50 céntimos, albóndigas a un euro... Personas en apuros recurren a las ofertas de Ikea para comer caliente. Un cliente: «Quien pasa hambre es porque quiere»
-La mujer se plantó ante el mostrador de Puri, en la cafe tería del Ikea de Murcia, al caer la tarde. En una mano llevaba un billete de cinco euros; en la otra, un repóquer de niños hambrientos. Pidió cinco menús infantiles: pasta, yogur y zumo a un euro por cabeza.
- Cocinera, ¡échanos más macarrones, que tenemos hambre!-, aullaban los chavales.
- Hágales caso. Ellos tienen hambre... y yo no tengo más dinero-, terció la mujer.
La cocinera se conmovió ante la escena. Así que, disimuladamente, sirvió un cacito extra a cada niño. «Eso sí, la madre se quedó sin cenar», recuerda...
"LO QUE VAIS A LEER AQUÍ SI ES UN REPORTAJE PERIODÍSTICO HUMANO: Impresionante y triste lo de IKEA y estupendo el artículo de Angeles Caso. Parece de chiste pero es un drama.
Perritos a 50 céntimos, albóndigas a un euro... Personas en apuros recurren a las ofertas de Ikea para comer caliente. Un cliente: «Quien pasa hambre es porque quiere»
-La mujer se plantó ante el mostrador de Puri, en la cafe tería del Ikea de Murcia, al caer la tarde. En una mano llevaba un billete de cinco euros; en la otra, un repóquer de niños hambrientos. Pidió cinco menús infantiles: pasta, yogur y zumo a un euro por cabeza.
- Cocinera, ¡échanos más macarrones, que tenemos hambre!-, aullaban los chavales.
- Hágales caso. Ellos tienen hambre... y yo no tengo más dinero-, terció la mujer.
La cocinera se conmovió ante la escena. Así que, disimuladamente, sirvió un cacito extra a cada niño. «Eso sí, la madre se quedó sin cenar», recuerda...