Allá por los principios del siglo XX, mientras las amas de casa "pasaban su tiempo" moliendo los granos aromáticos de un tostado café, en molinillos como este o parecidos, algunos maridos "se entretenían" en escribir CARTAS ABIERTAS a los Ilustres Señores que gobernaban España en aquellos años.
Solían ser cartas tan "respetuosas" como esta:...
Solían ser cartas tan "respetuosas" como esta:...
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Miríficos, respetables y serenísimos señores míos:
Yo, uno de los pocos españoles que quedan, prendados de lo bueno, conocedor de la gran campaña que han emprendido ustedes para corregir y morigerar las torcidas mañas de nuestro pueblo, y las sapientísimas precauciones que adoptaron para curarnos de toda viciosa levadura; tales como perseguir a la primavera porque todo lo "reverdece", y al otoño porque "desnuda" a los árboles... no puedo abstenerme de entrar en liza, pluma en ristre, dispuesto a denunciar cuantos pecadillos se me alcancen y a secundar con mi trabajo el regenerador esfuerzo de los cuarenta y nueve prudentísimos Panzas encargados de componer las abolladuras y desmoronamientos de esta blandengue y desgobernada Ïnsula Barataria...
Miríficos, respetables y serenísimos señores míos:
Yo, uno de los pocos españoles que quedan, prendados de lo bueno, conocedor de la gran campaña que han emprendido ustedes para corregir y morigerar las torcidas mañas de nuestro pueblo, y las sapientísimas precauciones que adoptaron para curarnos de toda viciosa levadura; tales como perseguir a la primavera porque todo lo "reverdece", y al otoño porque "desnuda" a los árboles... no puedo abstenerme de entrar en liza, pluma en ristre, dispuesto a denunciar cuantos pecadillos se me alcancen y a secundar con mi trabajo el regenerador esfuerzo de los cuarenta y nueve prudentísimos Panzas encargados de componer las abolladuras y desmoronamientos de esta blandengue y desgobernada Ïnsula Barataria...