La actitud más característica del cínico consiste en desconfiar de los motivos de la gente a la que no conoce.
No dejes que la desconfianza te invada; no dejes que tu cínica desconfianza esté desencadenando en ti una descarga de adrenalina y de otras hormonas que generan tensión, con evidentes consecuencias físicas: tu voz puede adquirir un tono más alto, aumentará la frecuencia y la intensidad de tu respiración, el corazón te latirá con más fuerza y rapidez, y se te tensarán los músculos de brazos y piernas.