...
"- ¡Ay!-exclamó la eterna deseada a quien la experiencia acababa de dar una dura lección; - ¡Yo no sabía que las rosas, siendo tan bonitas, tuvieran espinas!..."
La experiencia fue dura y prueba inequívoca de que el amor vive siempre acompañado de dolores sin cuento...
"- ¡Ay!-exclamó la eterna deseada a quien la experiencia acababa de dar una dura lección; - ¡Yo no sabía que las rosas, siendo tan bonitas, tuvieran espinas!..."
La experiencia fue dura y prueba inequívoca de que el amor vive siempre acompañado de dolores sin cuento...