Esta mañana, primer día del año 2013, sí que me he sentido como una reina. Y es que me he levantado, después de un largo descanso, y me he "vestido de gala"; me he perfumado con el aroma del gel de baño La Toja, y me he calzado con calzado cómodo, acorde con la vestimenta, que como ya he dicho, era "de gala", para, durante un buen rato, sentarme y escuchar y saborear el concierto de Primeros de Año, como un año más.
Como os podéis imaginar, el vestido era imaginario, pues con esta imaginación que Dios me ha dado, de un pijama azul marino, he sacado un vestido de gala; del calzado cómodo, de unas zapatillas de estar por casa, he conseguido unos zapatos azul marino con brillantitos, y todo esto, para sentarme en el sofá, al lado de mi marido y "beberme" el conocido Concierto, que año tras año, he seguido desde hace muchos años...
Anoche abrí algunas de las ventanas de mi casa para que el año 2013 entrara con todas sus fuerzas a traernos lo mejor. Antes de sonar las doce campanadas recibí llamadas de personas amigas. Unas fueron llamadas esperadas, otras, todo lo contrario, como la que hizo Cecilio, el que tocaba el saxofón en el grupo de Villar de Cañas, LOBOS DEL RITMO, la cual nos produjo gran alegría, tanto a Javier como a mí... ¡Después de tantos años...! Y es que, supongo que, le debió ocurrir como a cada hijo de vecino cuando llegan estas fechas: que comenzamos a pensar en el pasado, en el presente, y en el futuro, y nos damos cuenta de que si el presente es hermoso, el pasado a veces, es mucho más, porque sabemos que aunque hayan pasado los años, dejamos cosas tan buenas como LA AMISTAD, que son un verdadero tesoro...
Bueno guapos, un beso, y voy a continuar escribiendo un poco más y a ver si me "desenmociono" que "me se va" a correr el rímel.
Como os podéis imaginar, el vestido era imaginario, pues con esta imaginación que Dios me ha dado, de un pijama azul marino, he sacado un vestido de gala; del calzado cómodo, de unas zapatillas de estar por casa, he conseguido unos zapatos azul marino con brillantitos, y todo esto, para sentarme en el sofá, al lado de mi marido y "beberme" el conocido Concierto, que año tras año, he seguido desde hace muchos años...
Anoche abrí algunas de las ventanas de mi casa para que el año 2013 entrara con todas sus fuerzas a traernos lo mejor. Antes de sonar las doce campanadas recibí llamadas de personas amigas. Unas fueron llamadas esperadas, otras, todo lo contrario, como la que hizo Cecilio, el que tocaba el saxofón en el grupo de Villar de Cañas, LOBOS DEL RITMO, la cual nos produjo gran alegría, tanto a Javier como a mí... ¡Después de tantos años...! Y es que, supongo que, le debió ocurrir como a cada hijo de vecino cuando llegan estas fechas: que comenzamos a pensar en el pasado, en el presente, y en el futuro, y nos damos cuenta de que si el presente es hermoso, el pasado a veces, es mucho más, porque sabemos que aunque hayan pasado los años, dejamos cosas tan buenas como LA AMISTAD, que son un verdadero tesoro...
Bueno guapos, un beso, y voy a continuar escribiendo un poco más y a ver si me "desenmociono" que "me se va" a correr el rímel.