El hombre, me decía un día una buena amiga, mujer de un comerciante, no es un ser que razona, ni que desea; sino un pobre diablo que sueña y anda contínuamente con sus fantasmagorias a vueltas; y Descartes escribiendo su célebre "pienso, luego existo", me parece que afirmó una solemne tonteria...
Como intuí que "algo" había pasado entre ella y su marido le iba a preguntar, cosa que no pude hacer porque me "cortó" en seco, si pensaba así de todos los hombres, pero como os acabo de decir, no pude porque ella, casi de "carrerilla" me soltó: - Aquí el único que tiene razón es Segismundo, aquel hijo de nuestro inmortal Calderón, cuando dice...
Pues que la vida es tan corta,
soñemos, alma, soñemos...
Pues que la vida es tan corta,
soñemos, alma, soñemos...