Para muchas personas sus armas son el amor, la oración, la verdad y la caridad.
A una niña de ocho años le asignaron en el
colegio la tarea de redactar una lista de las aficiones de sus padres.
Bajo el encabezamiento de "Papá" escribió: jardinería, natación, pintura,
fútbol"; bajo el de "Mamá" puso "planchar" "cocinar", etc, etc, etc