Aquí está mi amiga Antonia con su sobrino que como podéis observar no le hace falta haber puesto al borrico ni ATARRE ni ALBARDA: a pelo.
Claro que teniendo ahí los brazos de su tía, para qué necesitaba él otra cosa. ¡Hasta el ramal le sobraba! Besetes
Claro que teniendo ahí los brazos de su tía, para qué necesitaba él otra cosa. ¡Hasta el ramal le sobraba! Besetes