Enrramadas frondosas,
macizos de azucenas,
violetas olorosas
y fuentes de ambrosías llenas.
El niño-dios-Cupido
arrójalas sus flechas
y dándose al olvido
entona entre sus brazos sus endechas.
Tiende la noche el manto
y en rima cadenciosa
se escucha el dulce canto
del ave y el suspiro de las diosas.
Cuando al siguiente día,
las sombras ahuyentando,
allá en la lejanía
sus cabellos el sol muestra avanzando.
Besos Justi y cuántanos alguna cosa.
macizos de azucenas,
violetas olorosas
y fuentes de ambrosías llenas.
El niño-dios-Cupido
arrójalas sus flechas
y dándose al olvido
entona entre sus brazos sus endechas.
Tiende la noche el manto
y en rima cadenciosa
se escucha el dulce canto
del ave y el suspiro de las diosas.
Cuando al siguiente día,
las sombras ahuyentando,
allá en la lejanía
sus cabellos el sol muestra avanzando.
Besos Justi y cuántanos alguna cosa.