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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

OLOR A MIEDO.

Dicen que un gran porcentaje de los accidentes mortales que se producen en las tierras vírgenes se debe al miedo o, mas propiamente al pánico que éste engendra...

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Quizá sólo una de cada mil personas perdidas en los bosques o en las selvas haya muerto en realidad de hambre o a consecuencia de los rigores de la intemperie. Las restantes, según parece, perecieron de miedo...

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Hay ocasiones, sin embargo, en que no es el miedo, sino su "olor" el que origina los mayores problemas. Cuando un animal o un ser humano está asustado, su cuerpo comienza a despedir un olor muy penetrante...

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Entre los animales salvajes, si la hembra oye o huele la proximidad de un peligro, esconde al momento a sus crías y huye, porque sabe que su "olor" descubriría su escondite; sin embargo, no le importa dejar ocultos a sus cachorros, demasiado pequeños para conocer el miedo, por lo que no despiden olor...

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Un criador de perros decía no hace mucho que, "después de muchos años de criar y amaestrar perros lobos, he aprendido que es el olor del miedo lo que impele a los perros a atacar a las personas...

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Cantar suave y monótonamente es una forma excelente de ahuyentar el miedo de un animal al que se desee domesticar. Despues de esta actuación y de acariciar su hocico y cabeza el animal se encogerá o temblará, pero no hará intención de morder...

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Poco a poco, el miedo que habría nublado sus ojos daría paso a la comprensión, y finalmente seguro que apoyará su cabeza sobre las rodillas. Semanas más tarde hasta querrá dormir con nosotros. Pero nos lo podrá decir, mejor que lo he hecho yo, Cuenka, a la que le encantan los animales, en especial los perros...

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Esta experiencia anterior, hubiese sido imposible si en algún momento se hubiese abrigado cualquier pensamiento que hubiese hecho brotar de nuestra persona el olor del miedo...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
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Y ya por último, he de decir, como muchos sabréis que, el miedo no es más que un estado emocional en el que nos adelantamos a los acontecimientos futuros. Si conseguimos convencernos de ello, aquél es dominado, y su peculiar olor sofocado.