Una coqueta exclamaba mirándose al espejo:
- ¡Oh!... ¡Cómo envidio al hombre que me ha de tener por esposa!
(Sin comentarios)
- ¡Oh!... ¡Cómo envidio al hombre que me ha de tener por esposa!
(Sin comentarios)
- ¿Por quién va usted de luto?
-Por mi suegra.
- ¿Ha muerto?
- ¡Ca! Mucho peor; se ha venido a vivir con nosotros.
-Por mi suegra.
- ¿Ha muerto?
- ¡Ca! Mucho peor; se ha venido a vivir con nosotros.