Para los que guardais la Cuaresma, esta recetilla.
Potaje de Cuaresma con langostinos
Ingredientes
300 gr. de garbanzos, 75 gr. de espinacas congeladas, 150 gr. de bacalao congelado desalado, 2 zanahorias ½ cebolla, 2 dientes de ajo, 100 gr. de langostinos congelados, pimentón, harina, aceite de oliva y sal.
Datos adicionales
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Este plato, está cocinado con una base de Verduras y legumbres y pertenece a los platos de la cocina Tradicional.
Por regla general se consume, principalmente, durante Todo el año, y se suele servir a los comensales como Primer plato
Lo potajes con verduras y pescados son típicos de estos días de Cuaresma. Hoy proponemos uno con bacalao, langostinos espinacas.
Descongelamos el bacalao y las espinacas el día antes de elaborar la receta. Dejamos los garbanzos en remojo al menos 8 horas. Descongelamos también los langostinos. Cuando estén descongelados, los pelamos y reservamos las cabezas. Sofreímos éstas en una olla con un buen chorro de aceite de oliva. Retiramos.
Pasamos por esta misma olla el bacalao previamente enharinado. Reservamos. Ponemos en la olla los garbanzos, la zanahoria pelada y partida y la cebolla picada, así como os ajos. Añadimos una cucharadita de pimentón dulce. Cubrimos el conjunto con agua.
Ponemos a fuego medio y mantenemos hasta que se cuezan bien los garbanzos. Agregamos entonces los trozos de bacalao, los langostinos pelados y las espinacas. Dejamos así unos 10 minutos. Salamos al gusto.
Espolvorea perejil o alguna hierba aromática por encima del plato cuando lo sirvas y ¡listo!
El garbanzo es una legumbre muy energética y nutritiva. Además, contiene vitaminas del grupo B. También es rico en hierro, potasio y fósforo, ideal para combatir la fatiga mental. Su principal componente son los hidratos de carbono, destacando el almidón. Tiene un mayor contenido en grasas que otras legumbres, pero son insaturadas, por lo que no constituyen un riesgo para la salud cardiovascular. Por otro lado, contienen una importante cantidad de fibra.
Las espinacas, que combinan de manera exquisita con los garbanzos, contienen una buena y variada cantidad de vitaminas y minerales. Entre estos últimos debemos resaltar la presencia del calcio y el magnesio. Además, aportan a nuestro organismo sustancias de acción antioxidantes, que nos ayudan a prevenir enfermedades de carácter degenerativo.
Por su parte, el bacalao enriquecen el plato con una importante cantidad de proteínas de alto valor biológico.
Potaje de Cuaresma con langostinos
Ingredientes
300 gr. de garbanzos, 75 gr. de espinacas congeladas, 150 gr. de bacalao congelado desalado, 2 zanahorias ½ cebolla, 2 dientes de ajo, 100 gr. de langostinos congelados, pimentón, harina, aceite de oliva y sal.
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Este plato, está cocinado con una base de Verduras y legumbres y pertenece a los platos de la cocina Tradicional.
Por regla general se consume, principalmente, durante Todo el año, y se suele servir a los comensales como Primer plato
Lo potajes con verduras y pescados son típicos de estos días de Cuaresma. Hoy proponemos uno con bacalao, langostinos espinacas.
Descongelamos el bacalao y las espinacas el día antes de elaborar la receta. Dejamos los garbanzos en remojo al menos 8 horas. Descongelamos también los langostinos. Cuando estén descongelados, los pelamos y reservamos las cabezas. Sofreímos éstas en una olla con un buen chorro de aceite de oliva. Retiramos.
Pasamos por esta misma olla el bacalao previamente enharinado. Reservamos. Ponemos en la olla los garbanzos, la zanahoria pelada y partida y la cebolla picada, así como os ajos. Añadimos una cucharadita de pimentón dulce. Cubrimos el conjunto con agua.
Ponemos a fuego medio y mantenemos hasta que se cuezan bien los garbanzos. Agregamos entonces los trozos de bacalao, los langostinos pelados y las espinacas. Dejamos así unos 10 minutos. Salamos al gusto.
Espolvorea perejil o alguna hierba aromática por encima del plato cuando lo sirvas y ¡listo!
El garbanzo es una legumbre muy energética y nutritiva. Además, contiene vitaminas del grupo B. También es rico en hierro, potasio y fósforo, ideal para combatir la fatiga mental. Su principal componente son los hidratos de carbono, destacando el almidón. Tiene un mayor contenido en grasas que otras legumbres, pero son insaturadas, por lo que no constituyen un riesgo para la salud cardiovascular. Por otro lado, contienen una importante cantidad de fibra.
Las espinacas, que combinan de manera exquisita con los garbanzos, contienen una buena y variada cantidad de vitaminas y minerales. Entre estos últimos debemos resaltar la presencia del calcio y el magnesio. Además, aportan a nuestro organismo sustancias de acción antioxidantes, que nos ayudan a prevenir enfermedades de carácter degenerativo.
Por su parte, el bacalao enriquecen el plato con una importante cantidad de proteínas de alto valor biológico.
Muy bien por tu receta, Cuenka. Ya tenemos una más en el recetario del foro de Alconchel.
Esta del potaje, podríamos decir de Semana Santa, con langostinos, cuando yo era pequeña, es decir en los 40-50-y 60 del siglo XX no se podía cocinar con langostinos, pues ya sabes tú muy bien, que en nuestro pueblo, y en otros muchos de tierra adentro, los langostinos, como otros muchos "frutos del mar" brillaban por su ausencia, pues ni siquiera los conocíamos. Quizá algunos privilegiados tenían alguna noción de ellos, pero nada más.
En lugar de los langostinos, las mujeres alconcheleras, aprovechando los hermosos huevos que cogían cada día del nidal, "inventaron", para echar a estos potajes, y aumentar un poco la cantidad, las "pelotillas" o "rellenos", que solucionaban muy bien el problema que se presentaba si se sumaba algún comensal más a la comida o la cena cuando a los garbanzos no se les podía añadir "un puñaete" más, aparte de dar un toque especial.
En el pueblo, en aquellos años, no se comía ni ternera, ni pescado, (aparte de las sardinas y el bacalao salado) pero las proteínas y los nutrientes que tu expones, se suplían con judías, garbanzos y otras legumbres.
Besetes y buen provecho.
Esta del potaje, podríamos decir de Semana Santa, con langostinos, cuando yo era pequeña, es decir en los 40-50-y 60 del siglo XX no se podía cocinar con langostinos, pues ya sabes tú muy bien, que en nuestro pueblo, y en otros muchos de tierra adentro, los langostinos, como otros muchos "frutos del mar" brillaban por su ausencia, pues ni siquiera los conocíamos. Quizá algunos privilegiados tenían alguna noción de ellos, pero nada más.
En lugar de los langostinos, las mujeres alconcheleras, aprovechando los hermosos huevos que cogían cada día del nidal, "inventaron", para echar a estos potajes, y aumentar un poco la cantidad, las "pelotillas" o "rellenos", que solucionaban muy bien el problema que se presentaba si se sumaba algún comensal más a la comida o la cena cuando a los garbanzos no se les podía añadir "un puñaete" más, aparte de dar un toque especial.
En el pueblo, en aquellos años, no se comía ni ternera, ni pescado, (aparte de las sardinas y el bacalao salado) pero las proteínas y los nutrientes que tu expones, se suplían con judías, garbanzos y otras legumbres.
Besetes y buen provecho.