En cuestiones de salud, muchos de nosotros todavía nos dejamos guiar por conceptos cuya falsedad ha demostrado ya la ciencia moderna. ¿Recordáis alguno de vosotros, por ejemplo, aquello que decían nuestras madres en verano?
-No vayáis a bañaros a la Fuente Murcia, que el agua sale helá y se os cortará la circulación. ¡Menudo canguelis nos cogía cuando nos decían eso...! Luego, ya, no; luego ya no hacíamos caso, en cuanto vimos que nuestras/os amigas/os un año o dos mayores que nosotros se bañaban y no se les cortaba nada...
-No vayáis a bañaros a la Fuente Murcia, que el agua sale helá y se os cortará la circulación. ¡Menudo canguelis nos cogía cuando nos decían eso...! Luego, ya, no; luego ya no hacíamos caso, en cuanto vimos que nuestras/os amigas/os un año o dos mayores que nosotros se bañaban y no se les cortaba nada...
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Y el caso es que, no todas las creencias populares eran erróneas. No señor. Incluso algunas, han constituido valiosas aportaciones terapéuticas. ¡No todo iban a ser "Cuentos de viejas"...!
Y el caso es que, no todas las creencias populares eran erróneas. No señor. Incluso algunas, han constituido valiosas aportaciones terapéuticas. ¡No todo iban a ser "Cuentos de viejas"...!
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No hace muchos años atrás, causó sensación en la prensa un grupo de pediatras al descubrir que los niños de pecho, lejos de necesitar que se les calentase la leche que tomaban, aumentaban su desarrollo con la que, previamente prparada, se les administraba directamente del frigorífico, cosa que evidenció la falsedad de uno de tantos "cuentos de viejas"...
No hace muchos años atrás, causó sensación en la prensa un grupo de pediatras al descubrir que los niños de pecho, lejos de necesitar que se les calentase la leche que tomaban, aumentaban su desarrollo con la que, previamente prparada, se les administraba directamente del frigorífico, cosa que evidenció la falsedad de uno de tantos "cuentos de viejas"...
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Aunque las investigaciones revelan que ciertos conceptos populares sobre la salud son extraordinariamente sensatos, hay muchos procedimientos indicados por el "sentido común" que, examinados a la luz de la ciencia moderna, carecen en absoloto de sentido, e incluso algunos, pueden resultar sumamente perjudiciales...
Aunque las investigaciones revelan que ciertos conceptos populares sobre la salud son extraordinariamente sensatos, hay muchos procedimientos indicados por el "sentido común" que, examinados a la luz de la ciencia moderna, carecen en absoloto de sentido, e incluso algunos, pueden resultar sumamente perjudiciales...