ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

En cuestiones de salud, muchos de nosotros todavía nos dejamos guiar por conceptos cuya falsedad ha demostrado ya la ciencia moderna. ¿Recordáis alguno de vosotros, por ejemplo, aquello que decían nuestras madres en verano?
-No vayáis a bañaros a la Fuente Murcia, que el agua sale helá y se os cortará la circulación. ¡Menudo canguelis nos cogía cuando nos decían eso...! Luego, ya, no; luego ya no hacíamos caso, en cuanto vimos que nuestras/os amigas/os un año o dos mayores que nosotros se bañaban y no se les cortaba nada...

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Y el caso es que, no todas las creencias populares eran erróneas. No señor. Incluso algunas, han constituido valiosas aportaciones terapéuticas. ¡No todo iban a ser "Cuentos de viejas"...!

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No hace muchos años atrás, causó sensación en la prensa un grupo de pediatras al descubrir que los niños de pecho, lejos de necesitar que se les calentase la leche que tomaban, aumentaban su desarrollo con la que, previamente prparada, se les administraba directamente del frigorífico, cosa que evidenció la falsedad de uno de tantos "cuentos de viejas"...

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Aunque las investigaciones revelan que ciertos conceptos populares sobre la salud son extraordinariamente sensatos, hay muchos procedimientos indicados por el "sentido común" que, examinados a la luz de la ciencia moderna, carecen en absoloto de sentido, e incluso algunos, pueden resultar sumamente perjudiciales...

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Uno de los cuentos de vieja que hoy se está revisando con ojo crítico es el relativo al "reposo en cama". Hay pocos remedios más tradicionales que el reposo, y aún hoy día se continua recomendando desde un punto vista científico, que los pacientes que no se sientan del todo bien no pasen mucho tiempo en pie, porque muchas personas enfermas no pueden andar de un lado para otro sin sufrir serio malestar...

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Claro que, también se ha dicho que, un excesivo reposo en el lecho puede ser nocivo, incluso mortal en algunos casos...

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Se cuenta que hace unos años, jóvenes sanos que se prestaron para unos experimentos durante los cuales debían estar enyesados e inmovilizados varias semanas, se convirtieron en verdaderas ruinas físicas. No podían mantenerse en pie sin sentir vahídos, sus músculos se quedaron laxos y sus huesos perdieron calcio...

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Por fortuna, la gran escasez de camas en los hospitales durante la Segunda Guerra Mundial dio origen a un experimento: el de hacer que las parturientas y las personas operadas empezaran a caminar poco después, o de haber dado a luz, o de la intervención quirúrgica...

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La reducción del tiempo de reposo en cama no causó perjuicio preceptible alguno. Hubo, en cambio, una notable disminución de de complicaciones tales como la formación de coágulos sanguíneos...

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Después se hicieron otros experimentos, como resultado de los cuales hoy se prescribe para las víctimas de la apoplejía que comiencen a hacer ejercicio mucho antes de lo que solía juzgarse indicado. La fiebre reumática, la hepatitis y la tuberculosis dejaron de ser heraldos de una estricta inactividad física...

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Las afecciones respiratorias han sido fuente de una extensa serie de consejos populares, en su mayoría infundadas. Existe, por ejemplo, la idea de que se debe ingerir líquidos para contrarrestar enfermedades febriles infecciosas....

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Aunque puede haber situaciones en las cuales el uso de ciertos líquidos sea médicamente recomendable para corregir las deficiencias de nutrición causadas por fiebre, vómito o diarrea, miles de víctimas de leves resfriados han bebido concienzudamente grandes cantidades de agua, zumos de frutas, o sopas, sin otro efecto que el de la continua actividad por parte de enfermos y familiares...

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Según otra ficción que goza de gran favor, debe alimentarse bien quien coge un resfriado y ayunar quien tiene fiebre. Como el que tiene un resfriado es propenso a tener apetito, si le damos un atracón no logramos otra cosa, generalmente, que provocarle dispepsia...

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El otro extremo, la supresión completa de alimentos para combatir la fiebre, sea acaso aún peor. Como un paciente con fiebre alta consume más calorías que una persona de temperatura normal, la inanición sólo agrava una situación ya de por sí indeseable...

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Uno de los cuentos de viejas más conocidos es el de que se puede contraer un resfriado por exponerse a la intemperie o mojarse los pies. Un aspecto sospechoso de tal creencia es el hecho de que el resfriado aparece una o dos horas después de habernos expuesto a una de esas causas, cuando en realidad el período de incubación del constipado es de veinticuatro a cuarenta y ocho horas. Aún más: varias tentativas hechas para provocar catarros a sujetos expuestos a las causas citadas han fracasado...

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Sir Christopher Andrews, especialista de fama internacional en el resfriado común, explicó hace ya años que el secreto de este cuento de viejas: cuando una persona siente escalofríos o molestias al exponerse a la lluvia y las corrientes de aire, no está experimentando la causa, sino los primeros síntomas de un catarro...

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No obstante, hay algunos experimentos que refuerzan la idea de que los cambios de temperatura del organismo puede precipitar Infecciones. De esto es ejemplo el hecho de que las herpes labiales, aunque causadas por el virus "herpes simplex", sólo aparecen cuando un paciente ha contraído fiebre por alguna otra causa o cuando el sol a aumentado la temperatura del cuerpo...

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Se da generalmente por sabido que el herpes y otros virus catarrales viven permanentemente en la piel, las amígdalas y las vegetaciones adenoides, lo que plantea el problema en estos términos: ¿por qué se lanzan estos invasores al ataque para hacer que brote una enfermedad?...

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Los datos obtenidos muestran que varios de estos virus parecen reproducirse más fácilmente a temperaturas inferiores a las de un organismo sano, auqnue se propagan mejor de una célula a otra a temperaturas más altas...

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Pese a la probabilidad de que sean erróneas las interpretaciones excesivamente simplistas de tales datos, los experimentos proporcionan por lo menos una base para hacer btotar ciertas infecciones mediante el enfriamiento, la fiebre o las fluctuaciones de la temperatura del cuerpo...

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Casi todos nosotros conocemos el caso de los artítricos que pueden pronosticar una tormenta por el dolor de sus articulaciones. La investigación científica de tales cuestiones es reciente, pero, por lo visto, el fenómeno es real...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
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Cuando se les introduce en cámaras de clima artificial, en las cuales se puede manipular con facilidad la presión barométrica y la humedad, los artríticos experimentan, "en efecto", una agudización de sus síntomas si se les expone a condiciones semejantes a las precursoras de la tormenta...