Apasionamiento.
Tras mucho afanarse en preparar cerezas flambeadas para una cena especial, una señora advirtió a su familia que no mencionara a los invitados el trabajo que le había costado prparar el postre.
"Actuad simplemente como si fuera comida usual".
Su hija de cinco años era muy buena actriz y se puso a la altura de las circunstancias. Esa noche, cuando llevaron a la mesa la escalfeta o braserillo de plata de la que surgían llamas azules, se volvió hacia la madre y dijo con voz lastimera: " ¡Oh, no! ¡Otra vez el postre de siempre!"
Tras mucho afanarse en preparar cerezas flambeadas para una cena especial, una señora advirtió a su familia que no mencionara a los invitados el trabajo que le había costado prparar el postre.
"Actuad simplemente como si fuera comida usual".
Su hija de cinco años era muy buena actriz y se puso a la altura de las circunstancias. Esa noche, cuando llevaron a la mesa la escalfeta o braserillo de plata de la que surgían llamas azules, se volvió hacia la madre y dijo con voz lastimera: " ¡Oh, no! ¡Otra vez el postre de siempre!"