Esto es lo que escribió este periodísta hace unos días en LA GACETA INT hace unos días, y yo quiero compartirlo con vosotros.
"LA INFLACIÓN DE LA TORRIJA. Javier Quero.
No es una deconstrucción de masa horneada bañada en emulsión láctea y templada en aceite sobre cama de canela...
"LA INFLACIÓN DE LA TORRIJA. Javier Quero.
No es una deconstrucción de masa horneada bañada en emulsión láctea y templada en aceite sobre cama de canela...
...
Toda fiesta tiene un dulce conmemorativo. Con algunas variaciones, dependiendo de la región española, cada fecha roja del calendario está relacionada con algún producto repostero. Los buñuelos se despachan por Todos los Santos, el roscón triunfa al llegar el día de Reyes y las torrijas y monas de Pascua se imponen en Semana Santa. Confieso mi pasión por las torrijas. La sencillez de su elaboración y la humildad de sus ingredientes sublima su resultado en el paladar. Sencillamente exquisitas. Las que más me gustan son las que hacía mi madre, como supongo que les pasará a ustedes. Me refiero a que les gustarán las que hacían sus señoras madres, no la mía...
Toda fiesta tiene un dulce conmemorativo. Con algunas variaciones, dependiendo de la región española, cada fecha roja del calendario está relacionada con algún producto repostero. Los buñuelos se despachan por Todos los Santos, el roscón triunfa al llegar el día de Reyes y las torrijas y monas de Pascua se imponen en Semana Santa. Confieso mi pasión por las torrijas. La sencillez de su elaboración y la humildad de sus ingredientes sublima su resultado en el paladar. Sencillamente exquisitas. Las que más me gustan son las que hacía mi madre, como supongo que les pasará a ustedes. Me refiero a que les gustarán las que hacían sus señoras madres, no la mía...
...
Esta semana salí de casa en busca de torrijas. En un establecimiento de esos que presumen de haber bajado los precios las encontré por casi seis euros la unidad. Cobrar ese capital por una rebanada de pan duro mojada en leche y frita se me antoja delito punible. El shock producido por el letrero que señalaba el importe me dejó absorto en el intento de averiguar a qué podría deberse que se llegue a cobrar mil pesetas por una torrija. Disculpen, pero cuando pienso lo sigo haciendo en pesetas...
Esta semana salí de casa en busca de torrijas. En un establecimiento de esos que presumen de haber bajado los precios las encontré por casi seis euros la unidad. Cobrar ese capital por una rebanada de pan duro mojada en leche y frita se me antoja delito punible. El shock producido por el letrero que señalaba el importe me dejó absorto en el intento de averiguar a qué podría deberse que se llegue a cobrar mil pesetas por una torrija. Disculpen, pero cuando pienso lo sigo haciendo en pesetas...