¿tienes un negocio?

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

¿A vosotros no os ha pasado más de una vez, que muchas cosas que parecen fáciles de hacer, una vez que te pones a hacerlas resulta casi imposible, y cuanto más nervioso/a te pones menos "das en el chisquero"? A mi me ha pasado alguna vez cuando he querido abrochar la menuda cinta de seda que debería rodear y mantener cerrado el parguas. Y digo "debería" porquer no siempre he conseguido abrocharla...

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Si finalmente no lo consigo, me conformo pensando en que la cinta es demasiado pequeña, y el paraguas demasiado grande. Es entonces, en ese momento cuando me da la impresión de que me paso la mayor parte del tiempo luchando con medidas espaciales...

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El problema es el siguiente; lo que es demasiado grande no cabe dentro de lo que es demasiado pequeño, por mucho que nos esforcemos. De nada nos sirve llorar, ni patalear, ni soltar una palabra poco académica...

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Creo que no son las hazañas evidentemente imposibles, tales como aparcar un coche demasiado grande en un hueco demasiado pequeño, las que nos desesperan. En mi caso sé que jamás lo lograré, por mucho que me animen los mirones con sus gritos de " ¡Doble todo!". Pero todavía albergo algunas ilusiones...

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Creo, por ejemplo, que una alfombra de 30 por 38 centímetros es mayor que una base de alfombra de 29 por 37 centímetros. Matemáticamente es imposible que la base asome por los cuatro costados de la alfombra, y sin embargo, es así, y no sólo asoma, sino que los bordes se arrugan...

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Otra de mis fantasías consistía en creer que el carnet de conducir cabría perfectamente en el plástico de mi cartera expresamente destinado a ese documento, y sin dejarme abatir por mis anteriores desengaños, me empeñaba, y me empeño en confiar que esta vez, mi nuevo carnet de conducir entrará a la primera y se quedará perfectamente plano allí dentro...

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A mis años, pienso que si hay un número de personas capaces de diseñar submarinos nucleares y de calcular la trayectoria de los cohetes dirigidos, ¿no es lógico pensar que a alguien podría ocurrírsele el modo de hacer que una tarjeta entrara en una funda sin combarse?...

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Una amiga mía resolvió el problema la última vez que tuvo que recortar su carnet de conducir para lograr que entrara en la funda. Con la ayuda de una cinta métrica indagó que la tarjeta medía exactamente cinco milímetros más que la funda destinada a guardarla...

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¿Es que soy la única persona del país que tiene una cinta métrica? -se preguntaba mi amiga- y es que lo que resulta evidente es que los fsbricantes de fundas de plástico para guías teléfonicas no tiene ninguna, aunque también sea cierto que no la necesitan...

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Lo que precisan es una guía, y una persona con mucha paciencia para meterla en una de las fundas que fabrican. Ojalá pudiera estar presente para ver cómo lo intenta, y sigue intentándolo. No diré que sea imposible; si he de ser sincera, yo lo he llegado a conseguir. Pero la lucha no sólo me costó mucho a mí, sino también una buena parte de sí misma a la guía: al final le falatban casi un tercio de la sección comercial y de profesiones y varias páginas de la Z...

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La discrepancia entre la salchicha y el panecillo es algo distinta, pero no menos desconcertante. ¿No os habéis preguntado nunca que razón debe haber que impida a los industriales del perrito calientey a los panaderos reunirse y ponerse de acuerdo en sus diferencias? ¿Por que motivo han de ser las salchichas más largas que los panecillos o los panecillos más cortos que las salchichas?...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
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¿Habéis intentado alguna vez meter los artículos indispensables para la noche en un maletín? ¿O dos trajes en su correspondiente sección de la maleta? ¿Habéis tratado de volver a meter los juguetes de vuestro hijo en la caja? Estaremos todos de acuerdo en que venían muy bien colocaditos; pero también lo estaremos en que, ¿eso, qué prueba? La verdad es que nada sienta como un guante, ni siquiera los mismos guantes...