A LA NOCHE.
¿Qué artista, -me pregunto- no ha sabido sentir la noche?
Cuando ella llega, el burbujeo de los surtidores se eleva como melodioso canto que convida a la meditación reposada; las imágenes de las cosas se distinguen rodeadas del vago misterio del encanto; el espíritu parce pugnar por salir del cuerpo para remontarse a las regiones plácidas de la poesía pura...
¿Qué artista, -me pregunto- no ha sabido sentir la noche?
Cuando ella llega, el burbujeo de los surtidores se eleva como melodioso canto que convida a la meditación reposada; las imágenes de las cosas se distinguen rodeadas del vago misterio del encanto; el espíritu parce pugnar por salir del cuerpo para remontarse a las regiones plácidas de la poesía pura...
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En el campo, en plena Naturaleza, la noche tiene encantos inconcebibles; la brisa nos trae murmullos lejanos que regalan dulcemente nuestros oídos; el descanso reparador en que parece sumida la tierra es majestuoso; ante él se experimenta algo parecido a lo que se siente ante una madre joven dormida ligeramente después de haber amamantado a su hijo...
En el campo, en plena Naturaleza, la noche tiene encantos inconcebibles; la brisa nos trae murmullos lejanos que regalan dulcemente nuestros oídos; el descanso reparador en que parece sumida la tierra es majestuoso; ante él se experimenta algo parecido a lo que se siente ante una madre joven dormida ligeramente después de haber amamantado a su hijo...
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Muchos artistas, se inspiraron y se inspiran en la noche para hacer magníficos trabajos, obras melancólicas ante las cuales perece sentirse la tranquila y suave respiración de la Naturaleza dormida...
Muchos artistas, se inspiraron y se inspiran en la noche para hacer magníficos trabajos, obras melancólicas ante las cuales perece sentirse la tranquila y suave respiración de la Naturaleza dormida...
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Muchas veces, la noche resulta triste, ligeramente triste, con esa nostalgia dulce de las horas crepusculares. Los altos herbazales que visten las orillas de los riachuelos aparecen hollados, formando lechos frescos y mullidos; los flexibles juncos y otras plantas se yerguen melancólicas, extendiendo sus tallos entre las gasas soñolientas de una neblina sutil...
Muchas veces, la noche resulta triste, ligeramente triste, con esa nostalgia dulce de las horas crepusculares. Los altos herbazales que visten las orillas de los riachuelos aparecen hollados, formando lechos frescos y mullidos; los flexibles juncos y otras plantas se yerguen melancólicas, extendiendo sus tallos entre las gasas soñolientas de una neblina sutil...