FLAMENQUITOS.
Así decía "el guitarrero Celipín" al compás de los acordes:
¡Eleeeeeee" Ya pueden hablar mal los timoratos, y esforzarse para poner en ridículo la flamenquería, que no han de convencer a nadie y "a tó tirar" sacarán lo que el negro del sermón. ¡Eleeeleleleeee!...
Así decía "el guitarrero Celipín" al compás de los acordes:
¡Eleeeeeee" Ya pueden hablar mal los timoratos, y esforzarse para poner en ridículo la flamenquería, que no han de convencer a nadie y "a tó tirar" sacarán lo que el negro del sermón. ¡Eleeeleleleeee!...