Fue Rosa, (Cuenka) quien me lo envió un buen día. ¡Gracias Rosa)
"1. DIÁLOGOS ENTRE NIETOS Y ABUELOS.
2. La abuela se maquillaba en el baño bajo la mirada escrutadora de la pequeña nieta, como siempre lo hacía… Después de aplicarse su lápiz labial y disponerse a salir, la pequeña le dijo… ¡Pero abuela, olvidaste darle el beso de despedida a la servilleta…! Seguramente la abuela nunca más se pintará la boca sin darle “ el beso de despedida” a la servilleta…
"1. DIÁLOGOS ENTRE NIETOS Y ABUELOS.
2. La abuela se maquillaba en el baño bajo la mirada escrutadora de la pequeña nieta, como siempre lo hacía… Después de aplicarse su lápiz labial y disponerse a salir, la pequeña le dijo… ¡Pero abuela, olvidaste darle el beso de despedida a la servilleta…! Seguramente la abuela nunca más se pintará la boca sin darle “ el beso de despedida” a la servilleta…
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3. Mi nieto me llamó el otro día para desearme un feliz cumpleaños… Me preguntó qué edad tenía y le dije que había cumplido 62 años… Mi nieto se quedó pensativo por un rato y entonces me preguntó… ¿Tú comenzaste desde el 1…?...
3. Mi nieto me llamó el otro día para desearme un feliz cumpleaños… Me preguntó qué edad tenía y le dije que había cumplido 62 años… Mi nieto se quedó pensativo por un rato y entonces me preguntó… ¿Tú comenzaste desde el 1…?...
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4. Después de acostar a sus nietos, una abuela se puso su vieja pijama y las pantunflas y se dispuso a lavarse el pelo… En la medida de que escuchaba el escándalo que armaban los muchachos, se le acabó la paciencia… Se enrolló una toalla en la cabeza y entró como una tromba en la habitación y volvió a acostar a los niños con un regaño… Tan pronto dejó la habitación, oyó al más chico de todos decir con una voz temblorosa… ¿Quién era esa…?...
4. Después de acostar a sus nietos, una abuela se puso su vieja pijama y las pantunflas y se dispuso a lavarse el pelo… En la medida de que escuchaba el escándalo que armaban los muchachos, se le acabó la paciencia… Se enrolló una toalla en la cabeza y entró como una tromba en la habitación y volvió a acostar a los niños con un regaño… Tan pronto dejó la habitación, oyó al más chico de todos decir con una voz temblorosa… ¿Quién era esa…?...