Poco podía imaginar esta chiquitina de la foto los grandes ríos que existían y que existen en España y en el Mundo, cuando ella sólamente había visto fluir de la tierra el agua de La Ontanilla en su pueblo natal: "La Errá"...
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Nunca, hasta pasados unos cuantos años, había sostenido una remolacha, o bebido un magnífico vino de oporto 77 años más viejo que élla ni había subido a los peñascos de granito desde donde veía volar abajo, en los desfiladeros, a los buitres, mientras las águilas se remontaban por encima de ella...
Nunca, hasta pasados unos cuantos años, había sostenido una remolacha, o bebido un magnífico vino de oporto 77 años más viejo que élla ni había subido a los peñascos de granito desde donde veía volar abajo, en los desfiladeros, a los buitres, mientras las águilas se remontaban por encima de ella...
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Fue una amiga la que hace ya bastantes años le habló de la riqueza y abolengo del Duero, y decidió, junto a su marido, conocer un poco más el río de la península Ibérica llamado Duero, tercero en longitud de la península después del Tajo y del Ebro, que proviene de una altura de más de 2000 metros, en los picos de Urbión, en el centro-norte de España, y discurre hacia el oeste y el sur durante 927 kilómetros aproximadamente a través de pintorescos y fértiles paisajes hasta desembocar en el Atlántico, en Oporto, a unos 300 kilómetros al noreste de Lisboa. Su cuenca de más de 96.000 kilómetros cuadrados, es la mayor de la península...
Fue una amiga la que hace ya bastantes años le habló de la riqueza y abolengo del Duero, y decidió, junto a su marido, conocer un poco más el río de la península Ibérica llamado Duero, tercero en longitud de la península después del Tajo y del Ebro, que proviene de una altura de más de 2000 metros, en los picos de Urbión, en el centro-norte de España, y discurre hacia el oeste y el sur durante 927 kilómetros aproximadamente a través de pintorescos y fértiles paisajes hasta desembocar en el Atlántico, en Oporto, a unos 300 kilómetros al noreste de Lisboa. Su cuenca de más de 96.000 kilómetros cuadrados, es la mayor de la península...
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Antes de hacer el viaje, su amiga le había explicado que, cuando ella visitó aquellos parajes, notó como el crujido de sus pies en la nieve fue el único sonido en el bosque de pinos de Urbión y que al ascender al manantial donde nacía el río, se oía el barbotear del agua...
Antes de hacer el viaje, su amiga le había explicado que, cuando ella visitó aquellos parajes, notó como el crujido de sus pies en la nieve fue el único sonido en el bosque de pinos de Urbión y que al ascender al manantial donde nacía el río, se oía el barbotear del agua...
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Allí estaba: cada glaciar cascada y arroyo de la montaña caían en el riachuelo que iba creciendo para formar la corriente que se convierte en el río Duero. Para los pueblos de Doruelo de la Sierra y Covadela, los bosques de pinos, alrededor de los años 90 significaban prósperos depósitos de madera y tablones amontonados a gran altura...
Allí estaba: cada glaciar cascada y arroyo de la montaña caían en el riachuelo que iba creciendo para formar la corriente que se convierte en el río Duero. Para los pueblos de Doruelo de la Sierra y Covadela, los bosques de pinos, alrededor de los años 90 significaban prósperos depósitos de madera y tablones amontonados a gran altura...
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Sierra abajo, la provincia de Soria es una región tranquila de tierra rojiza y paisaje que se extiende en suaves ondulaciones. Aunque industrialmente insignificante, es rica en historia...
Sierra abajo, la provincia de Soria es una región tranquila de tierra rojiza y paisaje que se extiende en suaves ondulaciones. Aunque industrialmente insignificante, es rica en historia...
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Los romanos, que llamaron al río Durius, no fueron bien recibidos por los habitantes de la región y en el año 134 A. de C., Numancia, en el norte de la moderna Soria, soportó varios meses de asedio de las legiones romanas, y en vez de rendirse, la gente quemó por completo la ciudad y se suicidó en masa...
Los romanos, que llamaron al río Durius, no fueron bien recibidos por los habitantes de la región y en el año 134 A. de C., Numancia, en el norte de la moderna Soria, soportó varios meses de asedio de las legiones romanas, y en vez de rendirse, la gente quemó por completo la ciudad y se suicidó en masa...
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Los sorianos, según dicen, están orgullosos de su herencia: las iglesias de estilo románico que adornan su capital, y los maravillosos castillos moros, enormes centinelas de piedra que custodian apacibles aldeas medievales...
Los sorianos, según dicen, están orgullosos de su herencia: las iglesias de estilo románico que adornan su capital, y los maravillosos castillos moros, enormes centinelas de piedra que custodian apacibles aldeas medievales...
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Esta región, que bordea la sinuosa cinta del Duero guarnecida de álamos, fue la fortificada frontera norte-sur entre el Islam y la Cristiandad. Allí, también, los reyes cristianos lucharon e intrigaron uno contra otro: Sancho II de Castilla contra su joven hermano Alfonso VI de León. Rodrigo Díaz de Vivar, el legendario Cid Campeador, peleó aquí en favor de los cristianos, de los moros y de sí mismo...
Esta región, que bordea la sinuosa cinta del Duero guarnecida de álamos, fue la fortificada frontera norte-sur entre el Islam y la Cristiandad. Allí, también, los reyes cristianos lucharon e intrigaron uno contra otro: Sancho II de Castilla contra su joven hermano Alfonso VI de León. Rodrigo Díaz de Vivar, el legendario Cid Campeador, peleó aquí en favor de los cristianos, de los moros y de sí mismo...
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Muchos de estos graciosos pueblos se construyereon para defender una frontera; para proteger los vitales puentes del río Duero, algunos de los cuales fueron construídos por los romanos. Los muros de las ciudades todavía se alzan incólumes en Almazán y en Aranda del Duero, y el arte perdura en una iglesia magnífica tras otra: el divino arte de la poderosa Iglesia Católica Romana...
Muchos de estos graciosos pueblos se construyereon para defender una frontera; para proteger los vitales puentes del río Duero, algunos de los cuales fueron construídos por los romanos. Los muros de las ciudades todavía se alzan incólumes en Almazán y en Aranda del Duero, y el arte perdura en una iglesia magnífica tras otra: el divino arte de la poderosa Iglesia Católica Romana...