![Las perdices ya tienen perdigones mayorcitos](/fotos_reducidas/3/2/6/00046326.jpg)
Antonia Orejuela me lo envió, y yo lo comparto con vosotros.
Reglas para mantenerse joven.
-Olvídate de los números innecesarios. Eso incluye edad, peso y altura. Deja que el doctor se preocupe de eso. Después de todo, para eso le pagas.
-Mantén a tu lado solamente a las personas agradables. Sal de una vez de esos amigos gruñones que están cerca y no te atreves a alejarlos.
-Mantente aprendiendo. Nunca pienses que eres viejo para aprender computadora o algún trabajo manual. Pinta si esto te gustaba de joven. Sal y compra pinceles o una guitarra y un manual de cómo tocarla. O un micrófono y empieza a cantar. ¿Te gusta escribir versos? ¿Cuentos? Una mente vaga es un lugar de trabajo para el diablo, dicen en el campo, y recuerda que a esta edad el diablo se llama Alzheimer.
-Disfruta de las cosas simples.
-Ríete y hazlo duro, largo y alto.
-Las lágrimas llegan. Asúmelas, sécalas y sigue el camino.
-Toma vacaciones aunque sea de un día. Pero que ese día sea todo tuyo y disfrútalo.
-Cuando te levantes cada mañana pregúntate a ti mismo... ¿a quién le diré hoy que lo quiero?
Y nunca olvides que la vida no está hecha de las veces que hemos respirado, sino de los momentos que nos han quitado la respiración.
Reglas para mantenerse joven.
-Olvídate de los números innecesarios. Eso incluye edad, peso y altura. Deja que el doctor se preocupe de eso. Después de todo, para eso le pagas.
-Mantén a tu lado solamente a las personas agradables. Sal de una vez de esos amigos gruñones que están cerca y no te atreves a alejarlos.
-Mantente aprendiendo. Nunca pienses que eres viejo para aprender computadora o algún trabajo manual. Pinta si esto te gustaba de joven. Sal y compra pinceles o una guitarra y un manual de cómo tocarla. O un micrófono y empieza a cantar. ¿Te gusta escribir versos? ¿Cuentos? Una mente vaga es un lugar de trabajo para el diablo, dicen en el campo, y recuerda que a esta edad el diablo se llama Alzheimer.
-Disfruta de las cosas simples.
-Ríete y hazlo duro, largo y alto.
-Las lágrimas llegan. Asúmelas, sécalas y sigue el camino.
-Toma vacaciones aunque sea de un día. Pero que ese día sea todo tuyo y disfrútalo.
-Cuando te levantes cada mañana pregúntate a ti mismo... ¿a quién le diré hoy que lo quiero?
Y nunca olvides que la vida no está hecha de las veces que hemos respirado, sino de los momentos que nos han quitado la respiración.