Vamos a la floresta de fresca sombra
y aspiremos de Mayo la dulce brisa;
ya cubre el suelo verde mullida alfombra:
ven y amémonos mucho, ven, ven deprisa.
Nos da fecundo el campo fragantes flores
que adornarán tu hermosa, linda cabeza...
Entonemos ardiente canto de amores
a la bendita Madre Naturaleza.
y aspiremos de Mayo la dulce brisa;
ya cubre el suelo verde mullida alfombra:
ven y amémonos mucho, ven, ven deprisa.
Nos da fecundo el campo fragantes flores
que adornarán tu hermosa, linda cabeza...
Entonemos ardiente canto de amores
a la bendita Madre Naturaleza.
¡Ay, Mayo, Mayo, cuántos recuerdos para los alconcheleros, cuántas risas y alegrías... y, cuántas lágrimas...!