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Corrí un buen rato, paré y recogí todo lo deprisa que pude un montón de hojas secas y me metí entre ellas para pensar. Las hojas, como las matas del peregil loco, forman nidos infantiles, ingrávidos, tibios y gratos...
Corrí un buen rato, paré y recogí todo lo deprisa que pude un montón de hojas secas y me metí entre ellas para pensar. Las hojas, como las matas del peregil loco, forman nidos infantiles, ingrávidos, tibios y gratos...
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La luz que penetraba las hojas era suave y misteriosa. Se oían débiles y amistosos ruidos. ¿Eran las hojas al secarse, o era algún insecto que exploraba bajo ellas?. El olor era sano, limpio y terrenal...
La luz que penetraba las hojas era suave y misteriosa. Se oían débiles y amistosos ruidos. ¿Eran las hojas al secarse, o era algún insecto que exploraba bajo ellas?. El olor era sano, limpio y terrenal...
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Cuando uno es pequeño, y se esconde bajo un montón de hojas o de hierba fresca, siente la misma ligera picazón que cuando se mete hasta la cintura en un montón de trigo o cebada. Picazón que no deja de ser una sensación agradable...
Cuando uno es pequeño, y se esconde bajo un montón de hojas o de hierba fresca, siente la misma ligera picazón que cuando se mete hasta la cintura en un montón de trigo o cebada. Picazón que no deja de ser una sensación agradable...
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No sé si alguno de vosotros a sentido alguna vez estas sensaciones, y si se ha llegado a arrebujar bajo un montón de hojas secas donde el calorcillo y la penumbra son capaces de adormecer a cualquiera y que no piense en nada...
No sé si alguno de vosotros a sentido alguna vez estas sensaciones, y si se ha llegado a arrebujar bajo un montón de hojas secas donde el calorcillo y la penumbra son capaces de adormecer a cualquiera y que no piense en nada...
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Es después de estas duermevelas cuando una se puede poner a meditar y recordar con melancolía los años en que aún era niña. ¡Qué lejanos parecen! Es entonces cuando se puede llegar a considerar lo que es crecer, circunstancia a la que una se resigna al principio...
Es después de estas duermevelas cuando una se puede poner a meditar y recordar con melancolía los años en que aún era niña. ¡Qué lejanos parecen! Es entonces cuando se puede llegar a considerar lo que es crecer, circunstancia a la que una se resigna al principio...
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Es al salir de estas duermevelas cuando una puede pensar lo bonito que es esconderse entre las hojas. Y también en lo hermoso que es el día que no espera fuera de ese montón de hojas...
Es al salir de estas duermevelas cuando una puede pensar lo bonito que es esconderse entre las hojas. Y también en lo hermoso que es el día que no espera fuera de ese montón de hojas...