EL RESPETO a nosotros mismos guía nuestra moral; la deferencia hacia otros gobierna nuestros modales.
SI LOS TIEMPOS QUE CORREN cambian tan rápidamente, ¿Cómo es que todavía nos sentamos a ver en la televisión las mismas películas que vimos hace veinte años?
TODOS PODEMOS PENSAR, pero muchos nos ahorramos el esfuerzo.