El número 3.
El número 3 es un número muy místico y espiritual característicos de muchos cuentos populares (los tres deseos, tres acertijos, los tres cerditos, los tres osos, los tres cabritillos traviesos, los tres espíritus de la navidad). En la antigua Babilonia, los tres dioses principales eran Anu, Baal y Ea, que representaban al cielo, la Tierra y los abismos. De forma similar, el dios Sol egipcio tenía tres aspectos: Khepri (amanecer), Re (medio día) y Atum (puesta de sol). En el cristianismo, existe la trinidad del Dios padre, hijo y espíritu santo. Platón veía al 3 como un símbolo del triángulo, la forma espacial más sencilla, y consideraba que el mundo se había construído a partir de triángulos. En el folklore alemán, se cree que un triángulo de papel con una cruz en cada ángulo y una oración en el medio actúa como protección contra la gota, y también protege a las cunas contra las brujas. Para conjurar a los demonios, se solían sacrificar a tres animales negros. Por otro lado, un gato de tres colores era un espíritu protector. En el Macbeth de Shakespeare (1606-07) aparecen tres brujas, y sus conjuros empezaban: “Tres veces el gato con manchas maulló”, reflejando dicha superstición. Además el 3 es la dimensión del más pequeño cuadrado mágico en el que cada fila, columna y diagonal suman 15.
El número 3 es un número muy místico y espiritual característicos de muchos cuentos populares (los tres deseos, tres acertijos, los tres cerditos, los tres osos, los tres cabritillos traviesos, los tres espíritus de la navidad). En la antigua Babilonia, los tres dioses principales eran Anu, Baal y Ea, que representaban al cielo, la Tierra y los abismos. De forma similar, el dios Sol egipcio tenía tres aspectos: Khepri (amanecer), Re (medio día) y Atum (puesta de sol). En el cristianismo, existe la trinidad del Dios padre, hijo y espíritu santo. Platón veía al 3 como un símbolo del triángulo, la forma espacial más sencilla, y consideraba que el mundo se había construído a partir de triángulos. En el folklore alemán, se cree que un triángulo de papel con una cruz en cada ángulo y una oración en el medio actúa como protección contra la gota, y también protege a las cunas contra las brujas. Para conjurar a los demonios, se solían sacrificar a tres animales negros. Por otro lado, un gato de tres colores era un espíritu protector. En el Macbeth de Shakespeare (1606-07) aparecen tres brujas, y sus conjuros empezaban: “Tres veces el gato con manchas maulló”, reflejando dicha superstición. Además el 3 es la dimensión del más pequeño cuadrado mágico en el que cada fila, columna y diagonal suman 15.