A las personas mayores les encantan las cifras.
Cuando les hablas de un amigo nuevo,
jamás te preguntan por lo esencial. Jamás te dicen:
¿Qué tono de voz tiene?
¿Qué juegos prefiere?
¿Colecciona mariposas?
Te preguntan:
¿Qué edad tiene?
¿Cuántos hermanos tiene?
¿Cuánto pesa?
¿Cuánto gana su padre?
Sólo entonces creen conocerlo. (Antoine de Saint-Expéry)
Cuando les hablas de un amigo nuevo,
jamás te preguntan por lo esencial. Jamás te dicen:
¿Qué tono de voz tiene?
¿Qué juegos prefiere?
¿Colecciona mariposas?
Te preguntan:
¿Qué edad tiene?
¿Cuántos hermanos tiene?
¿Cuánto pesa?
¿Cuánto gana su padre?
Sólo entonces creen conocerlo. (Antoine de Saint-Expéry)