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UNA SEÑORA en un quiosco de periódicos: " ¿Hay alguna revista fememnina a la que no le interese lo que peso?"
UN SEÑOR de edad, a una linda joven, en una fiesta: " ¿Me permite sentarme a hablar con usted? Estoy algo cansado y quisiera que mi mujer me llevara a casa".
UN PADRE de familia, a su hijo pequeño: "A la mujer se le llama el sexo opuesto porque siempre se opone a todo lo que uno quiere hacer".
EL JEFE de oficina, a la nueva empleada: "Ya verá usted que aquí no hay discriminación de sexos... Todos trabajan como esclavos".
