Cuando acabó la guerra civil en 1939, el sistema ferroviario español era un auténtico caos. Habían quedado destruídos cientos de kilómetros de vía, y sólo un tercio de los vagones podían ser utilizados; muchos puentes habían sido volados, e incontables estaciones, bombardeadas...
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En 1941, el gobierno español creó la RENFE para agrupar a todas las compañías privadas que, hasta entonces, habían operado con no menos de 42 tipos diferentes de raíles y 31 anchos de vía.
Durante aquellos penosos años inmediatos a la terminación de la guerra, la gasolina era un artículo prácticamente inexistente.
En 1941, el gobierno español creó la RENFE para agrupar a todas las compañías privadas que, hasta entonces, habían operado con no menos de 42 tipos diferentes de raíles y 31 anchos de vía.
Durante aquellos penosos años inmediatos a la terminación de la guerra, la gasolina era un artículo prácticamente inexistente.