ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

Justi, el día que nací yo, mi madre no reía; había tenido una niña fea como ella sola. Suerte que luego me recompuse un poco y yo diría que llegué a ser "del montón". Y como dice la canción:

Ni soy guapa, ni soy fea,
ni me pinto "gurrapatos"
pero tengo unos ojillos
que al que lo miro lo mato.

(Por eso las moscas huyen de mi vista. Jajajajajaja)

Anda anda que tu madre al igual que todas las ''madres'' el dia que nacen los hijos seguro que lloraria ¡pero de alegria ¡
Y los ojillos pues claro que no necesitas pintartelos y si no preguntale a JAVIER

¡Qué no Justi, qué no...! Que nací muy fea, de verdad, y además muy chiquitina. ¡Suerte que luego me recompuse un poco, con tanto comer chocolate Josefillo y tanta leche, mantequilla y queso que nos mandaban los americanos. ¡Y luego el Cola-Cao, aquel del ciclista que se hacía el amo de la pista...! Yo probé a hacerme el ama de la carretera con la bicicleta de la Mari de José, y por poco "no me espampano" en la cuneta de "Las Columnas". Por cierto..., ¿Sabes dónde caen las famosas columnas?

Pues no ni idea de las columnas. Que has vuelto del pueblo ¿que tal? yo si dios quiere el lunes ire a dar un poco de guerra.

¡Vaya, Justi! El lunes lo tenéis a la vuelta de la esquina... Vi a Bienve cuando fui a comprar fruta, pero no recuerdo que me dijese nada sobre tu viaje. Quizá lo mencionó pero como ya sabes, allí que siempre hay gente por saludar, se me iría el santo al cielo.
Las columnas se le llama en Alconchel, a las tierras que hay cercanas a la carretera y cunetas que se encuentran en la curva que hay más abajo de la piscina. Yo subí en la bici de Mari un poco más arriba de la era de Evelio, -hoy casa de Alfredo y Carmen-, y me fui a "estrellar" en la cuneta de las famosas columnas, saliendo, después de la "liebre" con magulladuras por casi todo el cuerpo, las rodillas "ensollejás" y la combinación "esgarrá"...

¡Menudo reniego me echó mi madre, chavala! Ella que me había comprado la combinación con tanta ilusión por lo bien que me quedaba y lo rebonica que era. ¡De color fucsia nada menos, y la puntilla blanca, fíjate tú...!
Sí chica, ya he vuelto del pueblo... ¡Esto sí que ha sido como la visita del médico! No obstante, he tenido tiempo de ver a Joaquín y Clemencio, dos de los quintos del 49. También he visto a mi primo Julián (Poda), que me dijo que, aunque él no sea quinto, ni venga a la comida, sí aparecerá por allí para saludar a los amigos, pues de Sotero, por ejemplo, hace tantos años que no le ve que ya no se acuerda de su fisonomía...

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También vimos a Eufra7 Teodoro y Mari, un día que subían de la piscina y mi hermana y yo estábamos en la terraza del bar tomándonos una Coco-Cola. Por el pueblo, la verdad es que se está muy fresquito y muy tranquilo; los girasoles verdean en los campos, y las cebadas ya están casi todas recogidas, así que los campos están pintados de color tierra, dorados y verdes; todos cubiertos, como diría el poeta, por un manto azul moteado de blanco durante el día, y negro estrellado durante la noche...

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Los perros y pájaros, con sus gárrulos ladridos y "piares" ya te despertaban a las cuatro de la mañana, pero cuando mirabas el reloj y veías la hora que era, te dabas media vuelta a la derecha, o a la izquierda, indistintamente, ya que nadie compartía cama conmigo, y otra vez a soñar con los angelitos y a retomar fuerzas para continuar la faena el día siguiente.
Bueno guapa, ya nos dirás qué tal os lo habéis pasado por allí. Un beso y hasta otra.