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La batalla contra los kilos puede ser un infierno, una condena de por vida, aunque sólo si nos empeñamos en creer en milagros. Perder peso no es tarea fácil, pero tenemos las de ganar siempre que la dieta sea el inicio de una nueva vida, aunque, mirándolo bien... ¿Quién es el guapo o la guapa que ante una paella como esta de la foto, se resiste a mirarla y no hincarle el diente...? ¡Ay Señor, como nos hacen poner los dientes largos estos fotógrafos, copote!
La batalla contra los kilos puede ser un infierno, una condena de por vida, aunque sólo si nos empeñamos en creer en milagros. Perder peso no es tarea fácil, pero tenemos las de ganar siempre que la dieta sea el inicio de una nueva vida, aunque, mirándolo bien... ¿Quién es el guapo o la guapa que ante una paella como esta de la foto, se resiste a mirarla y no hincarle el diente...? ¡Ay Señor, como nos hacen poner los dientes largos estos fotógrafos, copote!
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Ahora es cuando decimos que no vamos a sobrepasar la raya, para no dar oportunidad a los kilos de que se enganchen en la barriga, pero cuando llega septiembre, nos damos cuenta que aún dan vueltas en ella los pinchos, las cervezas, los helados, los aperitivos..., así que en resumidas cuentas nos hemos puesto encima dos, tres, y hasta diez kilos en un año, pues no solamente es el verano, sino Las Navidades, La Semana Santa y sus torrijas...
Ahora es cuando decimos que no vamos a sobrepasar la raya, para no dar oportunidad a los kilos de que se enganchen en la barriga, pero cuando llega septiembre, nos damos cuenta que aún dan vueltas en ella los pinchos, las cervezas, los helados, los aperitivos..., así que en resumidas cuentas nos hemos puesto encima dos, tres, y hasta diez kilos en un año, pues no solamente es el verano, sino Las Navidades, La Semana Santa y sus torrijas...
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En fin, señores, que vamos cargando con los kilos por la vida, como si cada día al salir de casa nos pusiéramos a la espalda una mochila que pesa exactamente esa cantidad; más el que nos abruma el tener que cargar con ella. Porque el sobrepeso es que nos marca es báscula cruel (las hay hasta con voz...
En fin, señores, que vamos cargando con los kilos por la vida, como si cada día al salir de casa nos pusiéramos a la espalda una mochila que pesa exactamente esa cantidad; más el que nos abruma el tener que cargar con ella. Porque el sobrepeso es que nos marca es báscula cruel (las hay hasta con voz...
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Es cuando se unen el abatimiento al comprobar que la ropa ya no nos sienta bien o el miedo cuando la tensión arterial se nos sube peligrosamente a la parra, y los triglicéridos se nos han desmadrado por nuestro cuerpo como un "adolescente en botellón"...
Es cuando se unen el abatimiento al comprobar que la ropa ya no nos sienta bien o el miedo cuando la tensión arterial se nos sube peligrosamente a la parra, y los triglicéridos se nos han desmadrado por nuestro cuerpo como un "adolescente en botellón"...