Española Antigua me explicó una vez que, en un regimiento donde había estado su marido, adoptaron como mascota a un borrico. Por degracia, -me dijo-, el animal murió a los pocos días. El comandante etaba auente en ese momento, por lo que su lugarteniente le envió el telegrama siguiente: FALLECIÓ EL BURRO. ¿CONSEGUIMOS OTRO, O ESPERAMOS QUE USTED VUELVA?.
Cuando Española Antigua terminó de explicarme la anécdota, no tuve por menos que acordarme de Quevedo con aquello de: Entre el clavel y la rosa su majestad escoja. Jajajajajajja
¡Qué fino hilan algunas personas, ehhhhhhhh!
Cuando Española Antigua terminó de explicarme la anécdota, no tuve por menos que acordarme de Quevedo con aquello de: Entre el clavel y la rosa su majestad escoja. Jajajajajajja
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