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LA GACETA INT.
"ASÍ ESTÁ EL PATIO
¿Es ahí el enemigo? Que se ponga al teléfono
14 comentarios. CARLOS ESTEBAN
Manda narices que haya que irse a la trinchera contraria para leer que el Papa no dijo lo que dicen que dijo....
"ASÍ ESTÁ EL PATIO
¿Es ahí el enemigo? Que se ponga al teléfono
14 comentarios. CARLOS ESTEBAN
Manda narices que haya que irse a la trinchera contraria para leer que el Papa no dijo lo que dicen que dijo....
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Sin mirar: denme un rojo puro, uno de estos rojos que quieren darle la vuelta a todo y destruir aquello que me es sagrado antes que un progresista de los que ponen una vela a Marx y otra al Ibex 35. De igual modo, prefiero a un bolchevique decidido a destruir mi Iglesia antes que un progre determinado a secuestrarla. Por eso tengo debilidad por los chicos de La Marea. Sé dónde están: en la trinchera contraria. Me resultaría más fácil irme de cañas con ellos –un plan que no descarto– que con un izquierdista de salón, un lector de El País, un socialista transicioniSta.
Sin mirar: denme un rojo puro, uno de estos rojos que quieren darle la vuelta a todo y destruir aquello que me es sagrado antes que un progresista de los que ponen una vela a Marx y otra al Ibex 35. De igual modo, prefiero a un bolchevique decidido a destruir mi Iglesia antes que un progre determinado a secuestrarla. Por eso tengo debilidad por los chicos de La Marea. Sé dónde están: en la trinchera contraria. Me resultaría más fácil irme de cañas con ellos –un plan que no descarto– que con un izquierdista de salón, un lector de El País, un socialista transicioniSta.
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Y por eso me ha alegrado leer en La Marea un artículo que nos da la razón sobre el Papa Francisco y su comentario –titular que con tanta alegría han acogido otros–. Lo escribe, repitiendo en esta sección, Eduardo Muriel, se titula ¿Será Francisco realmente el papa de los homosexuales? y concluye que las palabras del pontífice no dicen lo que muchos querrían que dijera...
Y por eso me ha alegrado leer en La Marea un artículo que nos da la razón sobre el Papa Francisco y su comentario –titular que con tanta alegría han acogido otros–. Lo escribe, repitiendo en esta sección, Eduardo Muriel, se titula ¿Será Francisco realmente el papa de los homosexuales? y concluye que las palabras del pontífice no dicen lo que muchos querrían que dijera...
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“ ¿Hasta qué punto supone esta frase un cambio real en la Iglesia?”, se pregunta Muriel, y añade: “Lo malo de las palabras es que, si se quiere, pueden servir para decir una cosa y la contraria”. Que es, exactamente, lo que ha pasado...
“ ¿Hasta qué punto supone esta frase un cambio real en la Iglesia?”, se pregunta Muriel, y añade: “Lo malo de las palabras es que, si se quiere, pueden servir para decir una cosa y la contraria”. Que es, exactamente, lo que ha pasado...
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Tampoco es, naturalmente, que Muriel acierte en los detalles relativos a la Iglesia. Sería demasiado pedir, aunque al menos tiene el detalle de mirarse el catecismo, cosa en la que no se han molestado los redactores de El País: “En ningún momento el manual de la Iglesia habla de marginar a los homosexuales, como sí se hacía siglos atrás, sino de enderezarlos, de hacer que nieguen su identidad sexual para volver a ser “normales” e “integrarse” en la sociedad”.
¿Siglos atrás? Teniendo en cuenta que el término homosexual se acuñó en 1920 y no se popularizó hasta los años sesenta, es un poco difícil que la Iglesia tuviera una actitud distinta o similar siglos atrás...
Tampoco es, naturalmente, que Muriel acierte en los detalles relativos a la Iglesia. Sería demasiado pedir, aunque al menos tiene el detalle de mirarse el catecismo, cosa en la que no se han molestado los redactores de El País: “En ningún momento el manual de la Iglesia habla de marginar a los homosexuales, como sí se hacía siglos atrás, sino de enderezarlos, de hacer que nieguen su identidad sexual para volver a ser “normales” e “integrarse” en la sociedad”.
¿Siglos atrás? Teniendo en cuenta que el término homosexual se acuñó en 1920 y no se popularizó hasta los años sesenta, es un poco difícil que la Iglesia tuviera una actitud distinta o similar siglos atrás...
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Pero cualquiera que tenga una idea somera de la teología católica sabe que la Iglesia no juzga tendencias, preferencias, gustos o naturalezas, sino actos, lo que entra dentro del reino de la libertad. Niega, eso sí, que la homosexualidad sea una identidad lo que, por otra parte, ha sido el sentido común de la humanidad desde que tenemos noticia. Dicho de otro modo, la Iglesia –como todo el mundo hasta hace unas décadas– no cree que tu orientación sexual te defina, te identifique...
Pero cualquiera que tenga una idea somera de la teología católica sabe que la Iglesia no juzga tendencias, preferencias, gustos o naturalezas, sino actos, lo que entra dentro del reino de la libertad. Niega, eso sí, que la homosexualidad sea una identidad lo que, por otra parte, ha sido el sentido común de la humanidad desde que tenemos noticia. Dicho de otro modo, la Iglesia –como todo el mundo hasta hace unas décadas– no cree que tu orientación sexual te defina, te identifique...
