Los mayores vamos para abajo, y los niños van para arriba, como está mandado, y el que no lo acepte, peor para él.
Digo esto porque además de haber visitado, como ya casi es norma y costumbre Belmonte, Villar de Cañas y Villarejo de Fuentes donde compramos en la carnicería de Pilar, vimos a estos chiquillos de la foto, algunos de los cuales ya no son tan chiquillos; algunos de ellos se han convertido en jovencitos y jovencitas que me dejaron asombrada por su estatura y comportamiento cuando el día 17 de agosto yendo yo por la calle, me llamaron y corrieron hacia mí para felicitarme por el día de mi cumpleaños. Son "mis vecinillos". Les he visto crecer año tras año, pero éste ha sido cuando realmente me he dado cuenta de lo mucho que habían cambiado... ¡Da alegría verlos así: tan guapos, tan estudiosos y tan simpáticos! Cuando eran pequeños, eran un poco vergonzosos, aunque Raúl, y Cristina siempre, y a pesar de su vergüenza, me saludaban desde bien niños.
Un beso para todos y... ¡A disfrutar, que sois jóvenes y guapos!
Digo esto porque además de haber visitado, como ya casi es norma y costumbre Belmonte, Villar de Cañas y Villarejo de Fuentes donde compramos en la carnicería de Pilar, vimos a estos chiquillos de la foto, algunos de los cuales ya no son tan chiquillos; algunos de ellos se han convertido en jovencitos y jovencitas que me dejaron asombrada por su estatura y comportamiento cuando el día 17 de agosto yendo yo por la calle, me llamaron y corrieron hacia mí para felicitarme por el día de mi cumpleaños. Son "mis vecinillos". Les he visto crecer año tras año, pero éste ha sido cuando realmente me he dado cuenta de lo mucho que habían cambiado... ¡Da alegría verlos así: tan guapos, tan estudiosos y tan simpáticos! Cuando eran pequeños, eran un poco vergonzosos, aunque Raúl, y Cristina siempre, y a pesar de su vergüenza, me saludaban desde bien niños.
Un beso para todos y... ¡A disfrutar, que sois jóvenes y guapos!