¿Por qué no ponernos a leer la Biblia en un lugar como este, donde se respira paz?
A parte de los Testigos de "Jeová", son muy pocas las veces que oímos hablar de la Biblia, y eso que según se dice es un libro de éxito, porque es una obra dramática, patética, misteriosa, iluminadora y, sobre todo, ejemplar.
Este libro de los libros es muy poco leído en los hogares y escasamente enseñado en las escuelas...
A parte de los Testigos de "Jeová", son muy pocas las veces que oímos hablar de la Biblia, y eso que según se dice es un libro de éxito, porque es una obra dramática, patética, misteriosa, iluminadora y, sobre todo, ejemplar.
Este libro de los libros es muy poco leído en los hogares y escasamente enseñado en las escuelas...
...
Millones de personas hemos crecido y vivido sin el más leve contacto con este tesoro cultural sobre el que se cimenta una gran parte de nuestra civilización. Estas personas, jamás conoceremos el mandamiento divino: "Abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre de tu tierra", o aquel otro "No te vengues y no guardes rencor contra los hijos de tu pueblo".
Estoy segura que muchas personas sentirán perplejidad ante pasajes como el de la escala de Jacob, el manto de José, los cabellos de Sansón, el arpa de David, la esposa de Urías o la viña de Nabot; pero probablemente nunca conocerán la espiritualidad que rezuman los Salmos, la sabiduría que se desprende del Eclesiastés o la ardiente moralidad del profeta Isaías...
Millones de personas hemos crecido y vivido sin el más leve contacto con este tesoro cultural sobre el que se cimenta una gran parte de nuestra civilización. Estas personas, jamás conoceremos el mandamiento divino: "Abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre de tu tierra", o aquel otro "No te vengues y no guardes rencor contra los hijos de tu pueblo".
Estoy segura que muchas personas sentirán perplejidad ante pasajes como el de la escala de Jacob, el manto de José, los cabellos de Sansón, el arpa de David, la esposa de Urías o la viña de Nabot; pero probablemente nunca conocerán la espiritualidad que rezuman los Salmos, la sabiduría que se desprende del Eclesiastés o la ardiente moralidad del profeta Isaías...