LA EUCARISTÍA, memorial de todos los milagros que nos comunican el poder de Jesús.
La Eucaristía es el centro de los Sacramentos, que nos comunican el poder de nuestra Redención.
Es un abismo misterioso, donde reside la fuente de todas las gracias; es la prolongación y multiplicación de la presencia de Dios Encarnado en este valle lágrimas.
Renueva el sacrificio del Calvario; la extensión de la encarnación del Verbo a cada uno de los miembros de su Cuerpo Místico.
Es la glorificación terrestre de la naturaleza y de la humanidad; el perfeccionamiento supremo de la vida sobrenatural, a través de la unión más íntima entre Dios y su criatura que, aquí abajo jamás se hubiera podido concebir.
Es la prenda de nuestra resurrección y de nuestra glorificación en el Cielo.
Es la gloria de la Iglesia, el símbolo profundo y el centro activo de su unidad.
La Santa Eucaristía es la obre maestra y el término supremo del amor del Corazón de Jesús hacia nosotros.
Procede de su Corazón sagrado, como el río se origina en la fuente.
(SC, p. 174)
La Eucaristía es el centro de los Sacramentos, que nos comunican el poder de nuestra Redención.
Es un abismo misterioso, donde reside la fuente de todas las gracias; es la prolongación y multiplicación de la presencia de Dios Encarnado en este valle lágrimas.
Renueva el sacrificio del Calvario; la extensión de la encarnación del Verbo a cada uno de los miembros de su Cuerpo Místico.
Es la glorificación terrestre de la naturaleza y de la humanidad; el perfeccionamiento supremo de la vida sobrenatural, a través de la unión más íntima entre Dios y su criatura que, aquí abajo jamás se hubiera podido concebir.
Es la prenda de nuestra resurrección y de nuestra glorificación en el Cielo.
Es la gloria de la Iglesia, el símbolo profundo y el centro activo de su unidad.
La Santa Eucaristía es la obre maestra y el término supremo del amor del Corazón de Jesús hacia nosotros.
Procede de su Corazón sagrado, como el río se origina en la fuente.
(SC, p. 174)