
En la devoción, como en la fe, no hay vacaciones. Todo el año, toda la vida, son oportunidad de comunión con el Dios que sustenta y alienta, y con esta MADRE CELESTIAL que nos acompaña, como dice aquella frase que todos tan bien conocemos: "Por nuestro camino, la Virgen de la Cuesta va"
¡VIVA LA VIRGEN DE LA CUESTA!
¡VIVA LA VIRGEN DE LA CUESTA!