Milagrossssssssssss, no me digas que esta vaquilla te ha pillado, jejejje, que no dás señales de vida y Eu7 cada vez es más escueto y yooooooooooo que voy a decir, que no tengo casiiiiiiiiiii tiempo.
Venga, esperemos que con el cole empezado, todos escribamos más.
Besete. rs.
Venga, esperemos que con el cole empezado, todos escribamos más.
Besete. rs.
¡Eoooooooooooooooooooo! ¿Se pué pasarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr? (Odo, aquí no hay nadie...)
¿Aonde sus habís metío, copon, que no sus pué dejar solicosssssssssssssssssssss? Jajajajajaja.
Esta no ha sido, Cuenka, ni ninguna otra, la que me cogió, pero hubo un año una vaquilla en el pueblo, aquel que soltaron las vaquillas en una plaza último diseño, construida a base de unir remolque con remolque, y un palo para tapar agujeros, que no es lo mismo que "Mujer contra mujer" que cantaba Ana Torroja, que una pequeña, pero matona vaquilla, estuvo a punto de "acabar con la vida" de mi hermana María Rosa y la mía, sin tener en cuenta siquiera, ni chorras que a ella le importaba, lo guapísimas que estábamos las dos aquel año, luciendo palmito, engarabitadas encima de un remolque situado en la puerta del almacén, que es donde los guapos y forzudos constructores de plazas, habían colocado aquella.
No nos cogió la vaquilla, y por tanto no dimos pie a que nadie de nuestro querido pueblo nos pudiese cantar después aquello de, "Si te ha cogio la vaca, jódete", porque cuando vimos como "se lanzó volando, que no corriendo," hacia nosotras, nos pegamos un "blinco", que siete tapias nos hubiésemos llevao por delante si nos los llegan a colocar...
¡Madre mía...!, ¡¡quin susto!, hubiese dicho yo si esto hubiese ocurrido en cualquier lugar de Cataluña, pero como estábamos en en pueblo, no quise presumir de saber "el catalán" y sólo dije: ¡Odo con la vacaaaaaaaaaaaaaaa!
Mi hermana que es más lista que yo, y yo que soy más tonta que mi hermana, enseguida supimos que aquella vaquilla nos había mirao con malos ojos momentos antes de echar a correr hacia nuestro remolque... ¡Copín, como miraba la tía! Vamos, tengo yo una mirada así, y sólo "de una ojeá", caen redondos a mis pies todos los mozos de Alconchel, Villar de Cañas, Montalbanejo, Fuentelespino, Villarejo, La Errá, Belmonte, y hasta Quintanar de la Orden pasando por el Toboso y Alcázar de San Juan.... ¡Madre mía "por casi" nos morimos! Total, que para no alargarme mucho, y dejando lugar para vuestra imaginación, mi hermana y yo acabamos de cuclillas en el suelo, detrás del remolque de donde nos habíamos lanzado sin mirar a dónde íbamos; la suerte que tuvimos, para no ser la risión de todo el pueblo y parte de los de alrededor, fue que, como la vaquilla se quedó después de su salto, con medio cuerpo fuera del remolque y medio dentro, y los mozos tirándole del rabo, nadie se dió cuenta que mi hermana, que llevaba una falda de vuelo, se quedó agachada en el suelo, y con la falda tapándole la cabeza, y destapándole el traserillo, pero para eso está aquí su hermana mayor para escribirlo y que todo el mundo sepa lo malo que puede ser ir a los toros con falda de vuelo, pues te puedes quedar con el culo al aire en el momento menos pensado....
(¡Joder con la vaquilla!)
¿Aonde sus habís metío, copon, que no sus pué dejar solicosssssssssssssssssssss? Jajajajajaja.
Esta no ha sido, Cuenka, ni ninguna otra, la que me cogió, pero hubo un año una vaquilla en el pueblo, aquel que soltaron las vaquillas en una plaza último diseño, construida a base de unir remolque con remolque, y un palo para tapar agujeros, que no es lo mismo que "Mujer contra mujer" que cantaba Ana Torroja, que una pequeña, pero matona vaquilla, estuvo a punto de "acabar con la vida" de mi hermana María Rosa y la mía, sin tener en cuenta siquiera, ni chorras que a ella le importaba, lo guapísimas que estábamos las dos aquel año, luciendo palmito, engarabitadas encima de un remolque situado en la puerta del almacén, que es donde los guapos y forzudos constructores de plazas, habían colocado aquella.
No nos cogió la vaquilla, y por tanto no dimos pie a que nadie de nuestro querido pueblo nos pudiese cantar después aquello de, "Si te ha cogio la vaca, jódete", porque cuando vimos como "se lanzó volando, que no corriendo," hacia nosotras, nos pegamos un "blinco", que siete tapias nos hubiésemos llevao por delante si nos los llegan a colocar...
¡Madre mía...!, ¡¡quin susto!, hubiese dicho yo si esto hubiese ocurrido en cualquier lugar de Cataluña, pero como estábamos en en pueblo, no quise presumir de saber "el catalán" y sólo dije: ¡Odo con la vacaaaaaaaaaaaaaaa!
Mi hermana que es más lista que yo, y yo que soy más tonta que mi hermana, enseguida supimos que aquella vaquilla nos había mirao con malos ojos momentos antes de echar a correr hacia nuestro remolque... ¡Copín, como miraba la tía! Vamos, tengo yo una mirada así, y sólo "de una ojeá", caen redondos a mis pies todos los mozos de Alconchel, Villar de Cañas, Montalbanejo, Fuentelespino, Villarejo, La Errá, Belmonte, y hasta Quintanar de la Orden pasando por el Toboso y Alcázar de San Juan.... ¡Madre mía "por casi" nos morimos! Total, que para no alargarme mucho, y dejando lugar para vuestra imaginación, mi hermana y yo acabamos de cuclillas en el suelo, detrás del remolque de donde nos habíamos lanzado sin mirar a dónde íbamos; la suerte que tuvimos, para no ser la risión de todo el pueblo y parte de los de alrededor, fue que, como la vaquilla se quedó después de su salto, con medio cuerpo fuera del remolque y medio dentro, y los mozos tirándole del rabo, nadie se dió cuenta que mi hermana, que llevaba una falda de vuelo, se quedó agachada en el suelo, y con la falda tapándole la cabeza, y destapándole el traserillo, pero para eso está aquí su hermana mayor para escribirlo y que todo el mundo sepa lo malo que puede ser ir a los toros con falda de vuelo, pues te puedes quedar con el culo al aire en el momento menos pensado....
(¡Joder con la vaquilla!)