Los ancianos del pueblo que un día fueron, fueron también jóvenes, como nosotros lo fuimos años más tarde; con sus ganas de divertirse, cosa que hicieron a pesar de lo duro que era la vida en aquellos años, que solamente el hecho de crear una nueva familia costaba Dios y ayuda. Ganas de vivir, ganas de trabajar, y ganas de saber qué era lo que había más allá de donde se ponía el sol...
Ellos, como nosotros, sabían que, desde el inicio de la humanidad y ya en las antiguas civilizaciones de las que tenemos conocimiento histórico y información documentada, los ancianos eran respetados y venerados y su experiencia y conocimiento eran muy valorados formando parte del consejo de sabios y del gobierno que así los honraba...
Ellos, como nosotros, sabían que, desde el inicio de la humanidad y ya en las antiguas civilizaciones de las que tenemos conocimiento histórico y información documentada, los ancianos eran respetados y venerados y su experiencia y conocimiento eran muy valorados formando parte del consejo de sabios y del gobierno que así los honraba...