LA PAPISA.
"... Llamada a la realidad por los decrecientes signos vitales del Papa, Pascualina atravesó rauda la habitación, telefoneó a su médico y luego cerró la puerta del estudio. Quiso excluir al mundo exterior hasta que llegase el doctor. Ahora, cuando ya parecía perdida toda esperanza, necesitó pasar un rato postrero con el Papa...
"... Llamada a la realidad por los decrecientes signos vitales del Papa, Pascualina atravesó rauda la habitación, telefoneó a su médico y luego cerró la puerta del estudio. Quiso excluir al mundo exterior hasta que llegase el doctor. Ahora, cuando ya parecía perdida toda esperanza, necesitó pasar un rato postrero con el Papa...