...
Ni del invierno la nieve,
ni del otoño la hoja,
cuando se pone a llover
hasta el más listo se moja.
Así que, ni en el invierno la nieve,
ni en verano el sol que abrasa,
no impedirá que me lleves
la ropa limpia a mi casa...
Ni del invierno la nieve,
ni del otoño la hoja,
cuando se pone a llover
hasta el más listo se moja.
Así que, ni en el invierno la nieve,
ni en verano el sol que abrasa,
no impedirá que me lleves
la ropa limpia a mi casa...
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Admiro tu resistencia
escribiendo esos poemas
pues tu trabajo es tan rudo
que es la mayor penitencia
que Dios imponerte pudo.
Ya me voy a despedir
que los ojillos se cierran;
si alguien encuentra a Luis Ángel
que le de este recadito:
La Milagritos te espera,
con Cari, Ascensión, Paquita,
Concepción, y la Pradito,
para hacer una quiniela....
Admiro tu resistencia
escribiendo esos poemas
pues tu trabajo es tan rudo
que es la mayor penitencia
que Dios imponerte pudo.
Ya me voy a despedir
que los ojillos se cierran;
si alguien encuentra a Luis Ángel
que le de este recadito:
La Milagritos te espera,
con Cari, Ascensión, Paquita,
Concepción, y la Pradito,
para hacer una quiniela....
Justi, yo había pensado que viendo esos cuatro versos mal puestos que te dejé ayer te ibas a picar conmigo y nos despertaríamos hoy con alguna poesía tuya, pero ¡quiá! Seguro que fue porque tu MUSO no llegó para inspirarte. Jejejejejejejeje