La originalidad de Jardiel no reside tanto en la selección de los temas como en la creación de situaciones grotescas, ridículas o increíbles, lo cual consigue por medio de ironías, diálogos vivaces, equívocos, sorpresas o contrastes de estilos y registros, mezclando a menudo lo sublime y lo vulgar.
Su novedad se caracteriza básicamente por:
El encadenamiento de situaciones inverosímiles, lindantes con el teatro del absurdo.
La utilización medida y rigurosa de la comicidad en el lenguaje, sin abusar del chiste fácil.
El dominio absoluto de la construcción dramática, el cual le permite dosificar los efectos de sorpresa y alternar sabiamente los momentos de intriga con los de puro humor.
La inclusión de tramas de tipo novelesco o detectivesco, en forma de pastiche literario.
El cultivo de un humorismo de raíz intelectual, ingenioso, agudo y mordaz, con tintes que lo acercan al aforismo.
En cualquier caso, siempre bajo el truco, el disparate o la situación más absurda, esconde una dura y amarga crítica a la sociedad, reflejo de su desencantada visión de la realidad. Valgan como ejemplos Angelina o el honor de un brigadier (1934), sátira del mundo sentimental y posromántico de finales del siglo XIX, o Madre (el drama padre), crítica al teatro naturalista.
Su novedad se caracteriza básicamente por:
El encadenamiento de situaciones inverosímiles, lindantes con el teatro del absurdo.
La utilización medida y rigurosa de la comicidad en el lenguaje, sin abusar del chiste fácil.
El dominio absoluto de la construcción dramática, el cual le permite dosificar los efectos de sorpresa y alternar sabiamente los momentos de intriga con los de puro humor.
La inclusión de tramas de tipo novelesco o detectivesco, en forma de pastiche literario.
El cultivo de un humorismo de raíz intelectual, ingenioso, agudo y mordaz, con tintes que lo acercan al aforismo.
En cualquier caso, siempre bajo el truco, el disparate o la situación más absurda, esconde una dura y amarga crítica a la sociedad, reflejo de su desencantada visión de la realidad. Valgan como ejemplos Angelina o el honor de un brigadier (1934), sátira del mundo sentimental y posromántico de finales del siglo XIX, o Madre (el drama padre), crítica al teatro naturalista.