ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

Algo de lo que tiene mucho que ver con el otoño son los Boniatos, que al igual que la patata, es originario del Nuevo Mundo. Se encuentra también en las islas del Pacífico, donde tiene una importancia decisiva en la cocina.

Se dice que Josefina, esposa del Napoleón, cultivaba los moniatos debido a la creencia que existía en aquella época de los poderes afrodisíacos que contenía...

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En otoño, como mejor está, y como todos lo hemos comido en nuestra niñez es asado, al igual que las castañas.
Recuerdo que cuando mi madre compraba moniatos, que ya hacía bastante frío en el pueblo, mi hermana y yo hacíamos un hueco en el rescoldo del fuego de la lumbre y allí los metíamos bien tapados para que se asasen. A los pocos minutos los sacábamos de entre las cenizas calientes y ya teníamos aquel día nuestra merienda, que tras pelarlos, y dejarlos enfriar un poco, comíamos con fruición...

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El moniato se puede hacer en casa al horno, envuelto en papel de plata. Cuando está bien cocido, lo abrimos por la mitad y le podemos poner un poco de sal, aceite y pimienta.

En ocasiones, el boniato puede sustituir a la patata, ya que los tiempos de cocción y la textura son muy parecidos, y además tiene dos ventajas nutricionales: su riqueza en vitamina A, y un índice glucémico lento, por tanto es bastante frecuente, en la temporada otoñal, usarlo como acompañante de un asado o en forma de puré...

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Los boniatos se pueden tomar en crema que resulta excelente o en forma de chips, un aperitivo sencillo y original para este otoño. Es tan sencillo como pelarlos, cortarlos muy finos y freírlos hasta que estén bien crujientes, con un toque de sal y pimienta. Se pueden hacer directamente como las patatas fritas en bastones y quedan crujientes por fuera y cremosos por dentro, y... ¿Por qué no, en tortilla?