En la unidad de apicultura de la Universidad de Córdoba, liderada por Francisco Puerta, se cree que el virus es un factor secundario, apuntándose a una relación entre un clima desfavorable para estos insectos, la sequía, el abuso de pesticidas y la aparición de problemas en las colmenas. Por ello, la Comisión Europea ha propuesto prohibir el empleo de tres tipos de pesticidas neonicotinoides (ya vetados en Alemania, Italia y Francia), atendiendo al principio de precaución, “por si las abejas”.