A partir de 1975, con ocasión del Año Internacional del Niño, se comenzó a discutir una nueva declaración de derechos del niño, fundada en nuevos principios. A consecuencias de este debate, en 1989 se firmó en la ONU la Convención sobre los Derechos del Niño y dos protocolos facultativos que la desarrollan, actualizados en 2000[1]:
Proporcionar a la infancia protección jurídica contra las peores formas de explotación
Utilizar los protocolos facultativos para aumentar los instrumentos de derechos humanos:
Proporcionar a la infancia protección jurídica contra las peores formas de explotación
Utilizar los protocolos facultativos para aumentar los instrumentos de derechos humanos: