Azarquiel había empezado su vida científica como un simple artesano que
construía los aparatos que se le encargaban. Su habilidad e ingenio natural
pronto hacen que sea el el jefe del cenáculo y cuando cayó Toledo en manos
cristianas, continuó trabajando en el al-Andalus. Probablemente se le debe
una serie de instrumentos de observación de los cuales se conservan o el
texto de la descripción original en árabe, o la traducción hebrea o la versión
castellana medieval mandada hacer por Alfonso X el Sabio en "Los libros del
saber de astronomía"
construía los aparatos que se le encargaban. Su habilidad e ingenio natural
pronto hacen que sea el el jefe del cenáculo y cuando cayó Toledo en manos
cristianas, continuó trabajando en el al-Andalus. Probablemente se le debe
una serie de instrumentos de observación de los cuales se conservan o el
texto de la descripción original en árabe, o la traducción hebrea o la versión
castellana medieval mandada hacer por Alfonso X el Sabio en "Los libros del
saber de astronomía"