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EN EL AYUNTAMIENTO DE ALCORCÓN
UGT usaba el 'manual andaluz' para inflar facturas en otras comunidades
PEDRO DE TENA (SEVILLA) 6
Cándido Méndez dice que se ha planteado dimitir ¡...
EN EL AYUNTAMIENTO DE ALCORCÓN
UGT usaba el 'manual andaluz' para inflar facturas en otras comunidades
PEDRO DE TENA (SEVILLA) 6
Cándido Méndez dice que se ha planteado dimitir ¡...
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UGT usaba el 'manual andaluz' para inflar facturas en otras comunidades
Los liberados sindicales de UGT Alcorcón recibían 7.000 euros anuales para financiar gastos de productos de oficina que nunca se compraron.
PEDRO DE TENA (SEVILLA) 2013-11-25
Por ejemplo, en Madrid con facturas que amparaban compras que el sindicato hacia a una sociedad de su propiedad donde se autoinfligía una mordida del 5 por ciento incluyéndolas luego como subvenciones públicas procedentes de ayuntamientos. Fue el caso de Alcorcón, donde el alcalde socialista Enrique Cascallana (2003-2011) –senador y diputado de la Asamblea de Madrid– no ponía objeción alguna al pago de las mismas aunque incumplían la normativa de las subvenciones.
Según ABC, el ayuntamiento alcorconero daba unos 7.000 euros anuales para financiar los gastos que tuvieran los liberados sindicales de la UGT, que eran una media de diez personas. Estos justificaban las cantidades aportando una serie de facturas de la empresa Artensa, una central de compras controlada por el sindicato. Es decir, se compraban el material a sí mismos. Artensa incluía en todas las facturas la "mordida" oficial, una comisión del 5 por ciento sobre el total del importe. El sindicato supuestamente compraba material de oficina pese a que, según consta en el acuerdo municipal, es el ayuntamiento el que se encarga de suministrar esos productos...
UGT usaba el 'manual andaluz' para inflar facturas en otras comunidades
Los liberados sindicales de UGT Alcorcón recibían 7.000 euros anuales para financiar gastos de productos de oficina que nunca se compraron.
PEDRO DE TENA (SEVILLA) 2013-11-25
Por ejemplo, en Madrid con facturas que amparaban compras que el sindicato hacia a una sociedad de su propiedad donde se autoinfligía una mordida del 5 por ciento incluyéndolas luego como subvenciones públicas procedentes de ayuntamientos. Fue el caso de Alcorcón, donde el alcalde socialista Enrique Cascallana (2003-2011) –senador y diputado de la Asamblea de Madrid– no ponía objeción alguna al pago de las mismas aunque incumplían la normativa de las subvenciones.
Según ABC, el ayuntamiento alcorconero daba unos 7.000 euros anuales para financiar los gastos que tuvieran los liberados sindicales de la UGT, que eran una media de diez personas. Estos justificaban las cantidades aportando una serie de facturas de la empresa Artensa, una central de compras controlada por el sindicato. Es decir, se compraban el material a sí mismos. Artensa incluía en todas las facturas la "mordida" oficial, una comisión del 5 por ciento sobre el total del importe. El sindicato supuestamente compraba material de oficina pese a que, según consta en el acuerdo municipal, es el ayuntamiento el que se encarga de suministrar esos productos...