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HABLEMOS DEL TENORIO.
En este mes que estamos, mes de noviembre, hace unos cuantos años Don Juan Tenorio era en Otoño más famoso que las setas, los moniatos y las castañas. Los públicos de toda España participaban de un rito teatral que llegó a ser parte integrante de nuestra herencia nacional.
El día de Todos los Santos o el día de los Fieles Difuntos, los teloneros de numerosos teatros españoles, desde Valladolid a Palma de Mallorca, se levantaban, como venía sucediendo desde hacía más de un siglo, para descubrir una figura enmascarada que escribe una carta en una hostería...
En este mes que estamos, mes de noviembre, hace unos cuantos años Don Juan Tenorio era en Otoño más famoso que las setas, los moniatos y las castañas. Los públicos de toda España participaban de un rito teatral que llegó a ser parte integrante de nuestra herencia nacional.
El día de Todos los Santos o el día de los Fieles Difuntos, los teloneros de numerosos teatros españoles, desde Valladolid a Palma de Mallorca, se levantaban, como venía sucediendo desde hacía más de un siglo, para descubrir una figura enmascarada que escribe una carta en una hostería...
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Este misterioso personaje no guardaba ningún secreto para el público: todo el mundo sabía que se trataba del arrojado Don Juan Tenorio; tampoco era ninguna novedad que está escribiendo a Doña Inés, una novicia a la que pretende seducir. En realidad, hasta era posible oír al público declamar en susurros los conocidísimos versos del inmortal drama de José Zorrilla al mismo tiempo que los actores...
No es verdad ángel de amor
que en esta apartada orilla... o bien:
Cuán gritan estos malditos,
pero mal rayo me parta
si en acabando esta carta
no pagan caros sus gritos...
Este misterioso personaje no guardaba ningún secreto para el público: todo el mundo sabía que se trataba del arrojado Don Juan Tenorio; tampoco era ninguna novedad que está escribiendo a Doña Inés, una novicia a la que pretende seducir. En realidad, hasta era posible oír al público declamar en susurros los conocidísimos versos del inmortal drama de José Zorrilla al mismo tiempo que los actores...
No es verdad ángel de amor
que en esta apartada orilla... o bien:
Cuán gritan estos malditos,
pero mal rayo me parta
si en acabando esta carta
no pagan caros sus gritos...
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Como dijo una vez Ángel Muro, figura intelectual de la época de Zorrilla: "Declaro que no sé de memoria más que el Padrenuestro y Don Juan Tenorio"...
Pero, a pesar de los miles de veces que ha sido representada esta obra, tan grande es la fascinación que este drama exuberante y lleno de acción ejerce sobre los españoles -actualmente no tanto, todo hay que decirlo-, que la tradición pervivía año tras año...
Como dijo una vez Ángel Muro, figura intelectual de la época de Zorrilla: "Declaro que no sé de memoria más que el Padrenuestro y Don Juan Tenorio"...
Pero, a pesar de los miles de veces que ha sido representada esta obra, tan grande es la fascinación que este drama exuberante y lleno de acción ejerce sobre los españoles -actualmente no tanto, todo hay que decirlo-, que la tradición pervivía año tras año...
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La obra se representaba en escenarios teatrales, la llevaban de pueblo en pueblo las compañías ambulantes y era imprescindible en los repertorios de las agrupaciones de aficionados al teatro. Allá por los años 70 Televisión Española había vendido cinco versiones diferentes de Don Juan Tenorio a emisoras de Nueva York y Miami, y a media docena de países de Sudamérica.
Desde que se estrenó en 1844, más de veinticinco millones de españoles habían visto la obra en una u otra forma. Se puede decir que ha llegado a ser no solamente la más popular del teatro español, sin, según el crítico literario José Aymerich, "un caso único en la historia del teatro internacional. Sólo puede compararse con el festival Shakespeare en Stratford-upon-Avon, aunque, naturalmente, en este último caso se representa más de una obra"...
La obra se representaba en escenarios teatrales, la llevaban de pueblo en pueblo las compañías ambulantes y era imprescindible en los repertorios de las agrupaciones de aficionados al teatro. Allá por los años 70 Televisión Española había vendido cinco versiones diferentes de Don Juan Tenorio a emisoras de Nueva York y Miami, y a media docena de países de Sudamérica.
Desde que se estrenó en 1844, más de veinticinco millones de españoles habían visto la obra en una u otra forma. Se puede decir que ha llegado a ser no solamente la más popular del teatro español, sin, según el crítico literario José Aymerich, "un caso único en la historia del teatro internacional. Sólo puede compararse con el festival Shakespeare en Stratford-upon-Avon, aunque, naturalmente, en este último caso se representa más de una obra"...
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De la obra de Zorrilla se ha dicho que contiene todos los elementos para conquistar universal popularidad en su puesta en escena; establece un perfecto equilibrio de elementos dramáticos y cómicos, jugando con lo sobrenatural y lo real. Un director de teatro, Mario Antolín llegó a decir: "Los versos de Zorrilla conmueven al público por su claridad y sencillez"...
De la obra de Zorrilla se ha dicho que contiene todos los elementos para conquistar universal popularidad en su puesta en escena; establece un perfecto equilibrio de elementos dramáticos y cómicos, jugando con lo sobrenatural y lo real. Un director de teatro, Mario Antolín llegó a decir: "Los versos de Zorrilla conmueven al público por su claridad y sencillez"...
