"CONTRO VERSIA 2013-12-13
Josicio juntamente y Sanfoyoso
Fray Josepho y Monsieur de Sans-Foy
Grande pasmo y mayor asombro ha de causar el tema de esta ControVersia, pues nuestros vates, en lugar de desfacerse en elogios a Nelson Mandela o alabar los simposios tramposios de la Generalidad, se han arrancado por el más pelma de los géneros poéticos: el bucólico-pastoril.
Trocados en Josicio y Sanfoyoso, dirigen sendas églogas a sus respectivas (e imaginarias) enamoradas. Eso sí: cada uno, a la del otro.
Témanse lo peor.
A CLORIS
por Sanfoyoso
¡Oh, ninfa que en las frondas
acechas la llegada del deshielo,
y en las azules ondas
del frío riachuelo
te bañas, refrescándote el majuelo!
Antaño, sin camisa,
nadabas bullanguera y seductora.
Lo que antes era risa
son lágrimas agora...
que todo es venga llora que te llora.
¡Qué triste estampa ofreces,
balando cual oveja lastimera!
Y bien que lo mereces...
por tonta y majadera:
por irte a enamorar de un calavera.
Tú, pródiga en amores
con todo el Panteón grecorromano:
con faunos, con pastores
y aquel flautista enano...
¿te vienes a encoñar de un cisterciano?
Tu madre, que es tan sabia,
tan puta y, además, de lengua pronta,
repítelo con rabia:
- ¡Resígnate y afronta
que es cierto lo que dicen: que eres tonta!
¿Qué enturbia tu pupila,
que no desenmascara a mi colega?
¡Despierta y espabila,
chiquilla... que estás ciega!
¿No ves que tu Josicio te la pega?
Josicio es puro vicio:
un chulo y un macarra de primera.
¡Su vida es el fornicio!
Se encama con cualquiera...
aquí y de esotra parte, en la ribera.
He escrito a Su Eminencia,
poniéndole en detalles del desmadre.
¿No tiene ni conciencia
ni perro que le ladre?
¡Verás, cuando se entere el Santo Padre...!
Josicio juntamente y Sanfoyoso
Fray Josepho y Monsieur de Sans-Foy
Grande pasmo y mayor asombro ha de causar el tema de esta ControVersia, pues nuestros vates, en lugar de desfacerse en elogios a Nelson Mandela o alabar los simposios tramposios de la Generalidad, se han arrancado por el más pelma de los géneros poéticos: el bucólico-pastoril.
Trocados en Josicio y Sanfoyoso, dirigen sendas églogas a sus respectivas (e imaginarias) enamoradas. Eso sí: cada uno, a la del otro.
Témanse lo peor.
A CLORIS
por Sanfoyoso
¡Oh, ninfa que en las frondas
acechas la llegada del deshielo,
y en las azules ondas
del frío riachuelo
te bañas, refrescándote el majuelo!
Antaño, sin camisa,
nadabas bullanguera y seductora.
Lo que antes era risa
son lágrimas agora...
que todo es venga llora que te llora.
¡Qué triste estampa ofreces,
balando cual oveja lastimera!
Y bien que lo mereces...
por tonta y majadera:
por irte a enamorar de un calavera.
Tú, pródiga en amores
con todo el Panteón grecorromano:
con faunos, con pastores
y aquel flautista enano...
¿te vienes a encoñar de un cisterciano?
Tu madre, que es tan sabia,
tan puta y, además, de lengua pronta,
repítelo con rabia:
- ¡Resígnate y afronta
que es cierto lo que dicen: que eres tonta!
¿Qué enturbia tu pupila,
que no desenmascara a mi colega?
¡Despierta y espabila,
chiquilla... que estás ciega!
¿No ves que tu Josicio te la pega?
Josicio es puro vicio:
un chulo y un macarra de primera.
¡Su vida es el fornicio!
Se encama con cualquiera...
aquí y de esotra parte, en la ribera.
He escrito a Su Eminencia,
poniéndole en detalles del desmadre.
¿No tiene ni conciencia
ni perro que le ladre?
¡Verás, cuando se entere el Santo Padre...!